El presidente argentino tuvo un breve acercamiento al Sumo Pontífice y al mandatario de los Estados Unidos. Antes había sido recibido por Giorgia Meloni en Borgo Egnazia. Además, tendrá una reunión con el FMI
El presidente Javier Milei fue recibido por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en el exclusivo complejo hotelero Borgo Egnazia y, de esta manera, comenzó su agenda oficial como invitado de la cumbre de líderes del G7, que incluirá varias reuniones bilaterales y posibles encuentros informales con sus pares de algunos de los países más poderosos del mundo.
El jefe de Estado argentino arribó al resort un poco antes de las 13:00 de este viernes (hora local, las 8:00 de Buenos Aires) y fue recibido cordialmente por la anfitriona del evento, con quien se abrazó y, a diferencia de lo que ocurrió con el resto, la premier compartió extensas palabras.
“¿Cómo está? Ha hecho un largo viaje para estar hoy aquí”, destacó la premier italiana, luego de darle un beso afectuosamente y cruzar algunos comentarios que hicieron que ambos se rieran ante las cámaras.
Minutos después, Milei saludó brevemente al papa Francisco. También tuvo un contacto con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.
Meloni, con quien ya se había visto meses atrás en Roma, fue quien lo invitó a participar del cónclave, en el que Milei volverá a dialogar también con la directora del FMI, Kristalina Georgieva.
Posteriormente, el libertario ingresó al establecimiento y se ubicó con el resto de los invitados especiales, entre los cuales estaba el presidente de Brasil, Lula da Silva, con quien tiene una relación personal distante.
Antes de darles la bienvenida a todos los representantes de las naciones en vías de desarrollo y organizaciones participantes, Meloni se acercó hasta el club de golf del complejo para buscar personalmente al Papa Francisco, que llegó al lugar a bordo de un helicóptero.
El máximo representante de la Iglesia Católica es el primer Sumo Pontífice de la historia en participar de uno de los encuentros de este conjunto de países, que formaron la entidad en 1973, con el objetivo de encontrar soluciones coordinadas para una crisis energética que acontecía en aquella época.