Tailandia se convirtió este martes en el primer país del sudeste asiático en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, tras una histórica votación en el Parlamento que fue celebrada como una “victoria” para la comunidad LGTBI+.
El Senado aprobó la ley por 130 votos a favor, con cuatro en contra y 18 abstenciones, y ahora el texto será remitido al rey Maha Vajiralongkorn para su promulgación y entrará en vigor 120 días después de su publicación en el Boletín Oficial.
Con la entrada en vigor de la legislación, Tailandia se convertirá en el tercer lugar de Asia que permite el matrimonio igualitario, después de Nepal y Taiwán.
Los activistas de la comunidad LGTBI+ esperan que sea posible celebrar los primeros matrimonios igualitarios en el reino en octubre.
“Estamos muy orgullosos de quienes participaron en este momento histórico”, dijo a los senadores tras la votación Plaifah Kyoka Shodladd, activista que trabajó en la comisión que analizó el texto. “Hoy el amor venció a los prejuicios”, sumó.
Tunyawaj Kamolwongwat, legislador de la formación progresista Partido Avanzar y activista a favor de la diversidad, declaró a los periodistas antes de la votación que esta reforma es “una victoria del pueblo”.
El texto cambia las referencias a “hombres”, “mujeres”, “esposos” y “esposas” en la ley sobre el matrimonio para reemplazarlos por términos neutros.
Además, le otorga a las parejas homosexuales los mismos derechos que a las heterosexuales en materia de adopción y herencia.
“Mi pareja tiene un niño y quiero tener el derecho legal de adoptarlo como hijo y poder tomar decisiones sobre su bienestar. Esta ley me lo permite”, afirmó a AFP Kevin Pehthai Thanomkhet, de 30 años.
El primer ministro Srettha Thavisin, que apoya a la comunidad LGTBI+, tiene previsto recibir en su residencia a los impulsores del proyecto para celebrar su aprobación.
La llegada el poder en agosto de 2023 de Srettha Thavisin, el primer civil en ocupar el cargo desde el golpe de Estado de 2014, contribuyó a acelerar la tramitación de la ley, un proceso que en Tailandia suele ser tortuoso.
Los activistas también organizaron una manifestación en el centro de la capital Bangkok, donde varios comercios izaron la bandera del arcoíris para mostrar su apoyo desde principios de junio, por el Mes del Orgullo.