El organismo declaró al virus como “un evento de salud pública internacional”. Las autoridades sanitarias locales evaluaron las medidas de detección y prevención y reforzaron las recomendaciones en las zonas fronterizas para detectar casos sospechosos.
Tras el alerta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por el avance de la viruela del mono (mpox), el Ministerio de Salud evaluó la situación epidemiológica a nivel local, donde se registraron cinco casos en lo que va del año, y se analizaron las acciones de vigilancia, detección y prevención, entre las que se cuentan mayores controles en los puntos de ingreso al país.
La declaración de la OMS ocurrió tras la identificación de una nueva variante del virus – Clado Ib en África-, que todavía no fue detectada en el continente americano. Desde la dependencia que conduce Mario Russo, precisaron que “la variante está asociada a una transmisión sostenida, así como a la aparición de casos en una gama de grupos de edad más amplia que en brotes anteriores, incluidos los niños”.
De acuerdo al último Boletín Epidemiológico Nacional emitido el 12 de agosto, hasta esa fecha hubo cinco personas diagnosticadas de un total de 39 casos notificados. En tanto, pese a la preocupación, el reporte detalla que no se registraron personas fallecidas por esta enfermedad en 2024.
En este contexto, si bien hasta el momento no se conocieron casos de la nueva cepa, la cartera sanitaria “sigue priorizando las acciones de vigilancia epidemiológica para la detección, diagnóstico precoz, atención adecuada e implementación de medidas de aislamiento y rastreo de contactos de posibles casos. En ese sentido, de acuerdo a las guías del Reglamento Sanitario Internacional, se reforzaron las recomendaciones para dar las alertas ante sospechas a todos los referentes de frontera en los puntos de entrada terrestre, puertos y aeropuertos.
La variante del virus identificada en la Argentina es el Clado II, el mismo que se registró desde el inicio de la circulación de esta enfermedad en hace dos años, y que está presente en más de 30 países de la región. De los casos informados hasta el momento, tres de ellos tienen antecedentes de viaje o contacto con viajeros, mientras que uno no presenta ese tipo de situación y el restante se encuentra en investigación epidemiológica.
Frente a estas circunstancias, las autoridades del Ministerio recordaron que los síntomas más comunes de la viruela símica son las lesiones en la piel y mucosas, que pueden doler. Las lesiones se pueden ubicar en regiones genitales, paragenitales o perianales, la cara, las palmas de las manos, las plantas de los pies o tronco. El número de lesiones puede oscilar entre unas pocas localizadas hasta a múltiples dispersas en distintas localizaciones.
Al principio, las lesiones son planas, luego se llenan de líquido y, a continuación, se forman costras, se secan y se desprenden, y por debajo se forma una capa nueva de piel. También puede presentarse dolor o sangrado anorrectal, inflamación de ganglios, fiebre, dolor de cabeza, muscular o de espalda, y cansancio y decaimiento.
Los síntomas suelen durar de dos a tres semanas y, por lo general, desaparecen por sí solos o con cuidados de apoyo, como medicamentos para el dolor o la fiebre.
La viruela símica es una enfermedad producida por un virus, que se puede transmitir de animales a humanos y de una persona a otra a través del contacto físico piel a piel. Se transmite por contacto físico estrecho de persona a persona (por ejemplo, cara a cara, piel con piel, boca con boca, boca con piel), incluido el contacto sexual.