En la madrugada del 13 de junio de 2020, Robert Brians, de 51 años, en un estado de furia tras una amarga separación, tomó una decisión aterradora: lanzarse en su camioneta por un acantilado junto a sus hijas gemelas de dos años, con la intención de acabar con sus vidas y la suya. Después de recoger a Hailey y Aubrey de casa de sus padres en San Diego, condujo sin rumbo durante horas mientras las niñas dormían, ajenas al peligro.
La preocupación de Jenna Brians creció cuando su esposo no regresó con las niñas. Su miedo se transformó en pánico al recibir mensajes escalofriantes, como “Las niñas van al Cielo, y yo al Infierno a esperarte”.
El destino elegido fue Sunset Cliffs en California. Brians dirigió la camioneta hacia el borde del acantilado. Los oficiales, alertados por Jenna, rastrearon su teléfono y llegaron justo a tiempo para ver cómo la camioneta se lanzaba al vacío.
El vehículo cayó a más de 115 kilómetros por hora, impactando contra las rocas antes de hundirse en el océano. Los oficiales no se rindieron. Jonathan Wiese, un oficial entrenado como K-9 y exmarine, llegó al lugar y, utilizando una correa de perro, descendió por el acantilado para rescatar a las niñas y a Brians. Una de las gemelas estaba gravemente herida, pero ambas sobrevivieron.
Brians, herido, fue detenido y enfrentó cargos graves, incluyendo intento de asesinato y secuestro. Inicialmente se declaró no culpable, pero luego aceptó su responsabilidad en los hechos, cambiando su declaración a culpable a cambio de una sentencia reducida de 31 años en prisión.
Aunque las gemelas se recuperaron físicamente, el trauma emocional perdura. La comunidad se unió para apoyar a las niñas y a su madre, creando una campaña en GoFundMe para ayudarlas en su recuperación.