Las ventas minoristas pymes por el Día del Niño cayeron 14,4% frente a la misma fecha del año pasado, medidas a precios constantes. Fue una semana en la que las familias se orientaron a buscar productos económicos o en oferta. Se observó un consumo más cauteloso que el del año anterior, donde las prioridades se orientaron hacia lo esencial y funcional.
El movimiento más fuerte se dio el sábado, día en que los comercios marcaron la diferencia, ya que para muchos los días previos habían sido similares a una jornada habitual. De todos modos, para la mitad de los comerciantes consultados el magro resultado de la fecha no sorprendió y estuvo dentro de las expectativas, aunque otro 25% señaló que fue peor o mucho peor a lo esperado y 26,9% opinó que fue mejor o mucho mejor.
El ticket de ventas promedió los $ 31.987, un 165% más que en la última medición, muy por debajo de la inflación anual, lo que refleja cómo el ajuste en las compras se hizo más por valor que por unidades adquiridas. Este año el 60,4% de los comercios realizó alguna promoción, 10 puntos por encima del año pasado, cuando sólo 50% habían apelado a ese recurso que en la Argentina se vuelve más abundante en épocas de poca demanda.
Así surge del relevamiento que realizó CAME entre 220 comercios minoristas de todo el país entre el viernes 16 y el sábado 17 de agosto de 2024.
Todos los rubros relevados vendieron menos que en el Día del Niño del año pasado. Los más afectados por la pérdida de consumo fueron “Equipos de audio, video, celulares y accesorios”, con una baja interanual de 39,6%, seguido por “Calzado y marroquinería” (-15,5%).
En jugueterías, las ventas cayeron 6,1% frente al año pasado y el ticket promedió los $ 30.626. Las ventas se activaron principalmente el sábado por la tarde, donde se pudo ver mucha circulación de gente en los locales, aunque el rango de edad para los que se eligen juguetes sigue bajando cada año. En los grandes centros de consumo se observó una explosión de la venta informal, con el agravante de que al preguntarles cómo les estaba yendo, era sorprendente la cantidad de respuestas muy positivas, marcando el desplazamiento de ventas desde el comercio formal al informal. Se observó una preferencia por artículos más tradicionales y didácticos para los más pequeños. Para los niños de mayor edad se optó por juguetes tecnológicos o interactivos. Los juguetes clásicos, como muñecas, autos a control remoto y juegos de mesa siguieron siendo populares entre los consumidores, especialmente en las categorías de menor precio.
En cuanto a librerías las ventas cayeron 1% frente al año pasado a precios constantes y el ticket promedio rondó los $ 21.777. Fue el rubro preferido de los abuelos, especialmente cuando había que hacer más de un regalo, porque se podían conseguir buenos libros desde los $ 10 mil. Hay que tener en cuenta en la comparación que el año pasado fue el rubro con resultados más pobres para esta fecha. Se vendieron bien los libros de cuentos ilustrados y las colecciones educativas, que atraen por su contenido y su durabilidad. Las promociones en la compra de más de un libro ayudaron a mantener el interés de los compradores, permitiéndoles adquirir varios títulos a precios reducidos, una ventaja importante cuando se trataba de regalar a varios nietos o sobrinos. Para darle dinamismo a la fecha, las librerías lograron mantener cierto equilibrio entre precios accesibles y ofertas atractivas.