Este jueves por la tarde, Nacional de Montevideo vivió una jornada llena de tristeza y emoción con el velatorio de Juan Izquierdo, el futbolista uruguayo que falleció tras desplomarse en un partido de Copa Libertadores en Brasil. Miles de hinchas se reunieron en el Salón Cristal de la sede del club para rendir homenaje al defensor, que dejó un vacío profundo entre sus compañeros y seguidores.
En el barrio La Blanqueada, los fanáticos del Bolso se acercaron para despedir a Izquierdo, quien se descompensó vistiendo los colores de Nacional. El último adiós estuvo cargado de sentimientos: los presentes cantaron las canciones que suelen entonar en las tribunas, mientras la familia del jugador intentaba encontrar consuelo en medio del dolor. “Ni la muerte nos va a separar, desde el cielo te voy a alentar”, cantaban los hinchas, reflejando el amor incondicional hacia su jugador.
Durante varias horas, el flujo de personas no se detuvo en la sede del club. Los seguidores dejaron flores, velas, dibujos, cartas y banderas en memoria de Izquierdo. Un momento particularmente conmovedor se dio cuando un hincha de Peñarol dejó una camiseta de su club y fue abrazado por un hincha de Nacional, mostrando que el fútbol puede unir incluso en los momentos más difíciles. “Vamo’ arriba el fútbol uruguayo”, expresó el aficionado manya, resaltando la solidaridad en el deporte.
Días de duelo y homenaje a Izquierdo
Nacional decretó cinco días de duelo con las banderas a media asta y solo los servicios básicos activos. La tristeza también llegó a nivel internacional: Gianni Infantino, presidente de la FIFA, expresó su pesar por la pérdida, y la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) declaró tres días de duelo en homenaje a Izquierdo.
Juan Izquierdo: una carrera en el fútbol uruguayo
Juan Izquierdo había desarrollado la mayor parte de su carrera en Uruguay, con un breve paso por el fútbol mexicano. Surgió de las inferiores de Cerro y jugó en equipos como Peñarol, Montevideo Wanderers, Liverpool y, finalmente, Nacional. En el partido contra San Pablo en el Morumbí, Izquierdo comenzó en el banco de suplentes y entró en el entretiempo. Fue en el minuto 84 cuando, sin recibir ningún golpe ni contacto, se desplomó en el centro del campo.
Los médicos lo asistieron de inmediato y fue trasladado al hospital Albert Einstein, donde quedó internado en terapia intensiva. Tras cinco días de lucha, Juan Izquierdo falleció, dejando un legado imborrable en el fútbol uruguayo y en los corazones de quienes lo admiraban.