El dictador Nicolás Maduro, anunció un adelanto de las festividades navideñas en Venezuela para el 1 de octubre, en un intento por levantar los ánimos en medio de la crisis política que atraviesa el país. Durante un acto televisado, Maduro expresó: “Está llegando septiembre y ya huele a Navidad… por eso este año, en homenaje a ustedes, voy a decretar el adelanto de la Navidad para el 1 de octubre. Llegó la Navidad con paz, felicidad y seguridad”.
Este anuncio se produjo poco después de que la Fiscalía de Venezuela solicitara una orden de arresto contra Edmundo González Urrutia, principal opositor de Maduro en las controvertidas elecciones del 28 de julio, las cuales han sido ampliamente cuestionadas por la oposición y por varios países internacionales. La Fiscalía acusa a González Urrutia de varios delitos, incluyendo usurpación de funciones, instigación a la desobediencia y conspiración, entre otros.
González Urrutia ha rechazado estas acusaciones, alegando que el Ministerio Público actúa como un “acusador político” y que las citaciones en su contra carecen de garantías de imparcialidad. La principal coalición opositora, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), ha denunciado la orden de aprehensión como una muestra de la persecución política del régimen, señalando que la verdadera voluntad del pueblo venezolano fue expresada el 28 de julio, donde, según ellos, González Urrutia habría ganado por un amplio margen.
La PUD también criticó la rapidez con la que se emitió la orden de aprehensión contra su candidato, comparándola con la falta de transparencia del Consejo Nacional Electoral (CNE) en la publicación de los resultados electorales. A pesar de la creciente tensión, la coalición ha reiterado su compromiso de mantenerse unida y en defensa de la voluntad popular.