El Gobierno argentino está en negociaciones para la compra de dos submarinos militares a Francia, por un total de 1000 millones de dólares. El ministro de Defensa, Luis Petri, preparó una carta de intención que será enviada al gobierno de Emmanuel Macron para comenzar las conversaciones en los próximos días.
La Armada Argentina ha designado una comisión técnica para tratar con la empresa semipública Naval Group, que produce los submarinos Scorpene. Cada submarino tiene un costo de 500 millones de dólares y está diseñado para combate, con la capacidad de integrar baterías de litio.
El Ejecutivo pretende acelerar el proceso de compra para iniciar la construcción, que podría durar hasta siete años. Existe la posibilidad de que parte de la construcción se realice en Argentina a través de la empresa Tandanor. Mientras algunos miembros del oficialismo sugieren que debería activarse el astillero Storni, otros creen que lo más eficiente es fabricar los submarinos en el extranjero.
Aunque la Casa Rosada consideró la opción de adquirir submarinos usados, no encontró alternativas que cumplieran con sus expectativas. Se busca que los nuevos submarinos sean diésel-eléctricos, permitiendo su recarga en superficie mediante generadores.
La Armada también está evaluando submarinos alemanes Thyssen, modelo 209, y submarinos de clase Ula de la marina noruega. La Argentina tuvo modelos de segunda mano de Estados Unidos, como el ARA Santa Fe y el Santiago del Estero, que operaron por menos de 13 años antes de ser desactivados.
Desde la tragedia del ARA San Juan en noviembre de 2017, Argentina no cuenta con submarinos en actividad. El ministro Petri ha subrayado la importancia de recuperar esta capacidad, y el contraalmirante Carlos María Allievi ha enfatizado que la recuperación de la capacidad submarina es crucial para la seguridad nacional.
En paralelo, el Gobierno ha recibido los 24 aviones de combate F-16 comprados a Dinamarca por 300 millones de dólares y está a la espera de la llegada de uno de los cuatro aviones P3 Orion Charly negociados con Noruega. Además, se está promoviendo la instalación de una base militar en Ushuaia con apoyo de Estados Unidos, con los primeros avances en la construcción de cimientos iniciados en abril de 2023.