En la noche de ayer, Israel lanzó un ataque aéreo contra múltiples posiciones de Hezbollah en el Líbano, impactando en zonas estratégicas como la capital, Beirut, y el valle de la Bekaa. Según el ejército israelí, los bombardeos alcanzaron “decenas de lanzadores de cohetes y edificios donde el grupo terrorista almacenaba armas”, vinculados directamente a Hezbollah.
El comunicado oficial, divulgado a través de Telegram, enfatizó que Israel “continuará atacando” las capacidades militares e infraestructuras de Hezbollah en el Líbano, en un esfuerzo por debilitar la amenaza que representa el grupo en la región.
Este enfrentamiento se intensificó después de que Hezbollah comenzara a lanzar cohetes contra Israel tras el ataque de su aliado palestino, Hamás, el 7 de octubre, el cual desató el conflicto en Gaza. En los últimos días, Israel ha ampliado su campo de acción hacia el Líbano, dejando cientos de muertos y más de 200.000 personas desplazadas en el país en la última semana.
Con las tensiones escalando, la situación en la frontera entre Israel y Líbano sigue siendo crítica, ya que ambos lados continúan intercambiando fuego en una zona ya devastada por el conflicto.