La recesión mileista no da tregua y el empleo privado no detiene su caída

El empleo de calidad cayó 0,1% en julio y anotó así su décimo primera contracción consecutiva. Lejos de tocar un piso, y de la mano de una actividad económica que sigue reflejando la continuidad de un escenario recesivo, el empleo registrado privado siguió en caída libre a lo largo de julio y se espera que en agosto aún no haya encontrado un piso. Aunque el secretario de Trabajo, Julio Cordero, había anticipado que una recuperación del empleo sobre el final del primer semestre, los números oficiales dieron cuenta de una baja sostenida.

Efectivamente, la Secretaría de Trabajo publicó el informe sobre la situación y la evolución del trabajo registrado a partir de los números del SIPA, que reveló una pequeña caída en el empleo asalariado registrado en sí, de 0,1%, lo que implicó perder 10.000 puestos, y una también de 0,1% en el empleo privado registrado, lo que implicó una contracción de 8.900 puestos.

Además, dio a conocer el informe de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) correspondiente a agosto, que dejó entrever, a partir de una consulta a empresas con más de diez empleados, otra baja más de 0,1% en la comparación contra julio. Es decir, una proyección parcial que indica que durante ese mes tampoco se logró detener la sangría de trabajadores en el sector del empleo de calidad en el ámbito privado.

La dinámica del empleo va bastante en sintonía con la de la actividad económica, que aunque dejó de contraerse a toda velocidad sigue muy por debajo del ritmo evidenciado durante el año pasado (por cierto un 2023 de escaso dinamismo) y viene dando señales de estancamiento en esos niveles bajos. Sin embargo, la baja en el empleo registrado privado sorprendió ya que julio en particular fue un mes de rebote relativamente significativo en el PBI que anticipa el EMAE del INDEC, con su mejora de 1,7%. Eso, más allá de que la actividad siguió un 2,4% por debajo de los niveles registrados en noviembre, con los que asumió el Gobierno.

Desde la consultora Vectorial afirmaron: “Las encuestas de opinión sobre la situación económica parecieran recoger que el aumento de precios ya no es el principal problema que aqueja a la población. En efecto, otros problemas como el desempleo y la pobreza han tomado la delantera entre los temas que más preocupan a los argentinos. La disminución en el ritmo de aumento de precios no llega a im pactar en el bolsillo y las únicas perspectivas de perforar la inercia es a partir de prolongar la recesión”.

El investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma, Luis Campos, remarcó: “La caída en julio del empleo registrado en el sector privado llama la atención: fue por lejos el mejor mes para la actividad económica en lo que va de la actual gestión. Si la actividad tocó piso, el empleo por ahora no se enteró. La dinámica de la destrucción del empleo en el sector privado en estos once meses tuvo tres momentos muy marcados. Una caída leve entre septiembre y diciembre de 2023, un fuerte retroceso en el primer trimestre y una desaceleración a partir de abril”.

Y agregó: “El SIPA registró en julio 196.417 asalariados menos que en noviembre, el 74,6% de ellos corresponde al sector privado. En la comparación contra junio perdieron su puesto 10.181 trabajadores, casi el 90% proveniente del sector privado. En el sector privado registrado llevamos once meses consecutivos de caída del empleo. Contra agosto de 2023 ya perdieron su trabajo 180.502 personas. En términos absolutos estamos en los niveles de 2015, con una población que creció un 9% durante el mismo período”.