Abrir la puerta de la heladera y guardar cualquier alimento que deseamos conservar puede parecer una práctica común, pero no siempre es la mejor opción. Al contrario de lo que muchos creen, algunos alimentos no se benefician del frío y hasta pierden sus propiedades al refrigerarse.
La Universidad Abierta de Cataluña (UOC) señala que ciertos productos es mejor almacenarlos fuera del refrigerador para preservar su sabor, textura y frescura. Amparo Gamero, experta en tecnología de alimentos y profesora en la UOC, detalla cuáles son los alimentos que no deberían refrigerarse y explica por qué. Además, ofrece recomendaciones para aprovechar al máximo el frigorífico y prolongar la vida útil de los alimentos.
Pan
Uno de los productos que se suele guardar en la heladera es el pan, sobre todo en su versión de molde. Sin embargo, la refrigeración no solo no ayuda a conservar su frescura, sino que, al contrario, afecta su calidad, endureciendo su textura y alterando su sabor.
Gamero explica que, al refrigerar el pan, aumenta el riesgo de que pierda su consistencia característica debido a la humedad que se acumula en el ambiente frío del frigorífico. Para mantener el pan en buen estado, se recomienda almacenarlo a temperatura ambiente, envuelto en una bolsa de papel o en un trapo de cocina limpio, o bien congelarlo si se lo conservará por más tiempo.
Chocolate
Guardar chocolate en la heladera también puede ser perjudicial para su textura y sabor. Gamero detalla que el frío altera la emulsión de las grasas en el chocolate, lo que lo vuelve blanquecino y le da una textura granulada o terrosa al consumirse.
Lo más adecuado para el chocolate es almacenarlo en un lugar fresco, lejos de la luz directa y a una temperatura estable entre 15 y 20 grados. Así se mantendrá suave y con sus sabores intactos. Además, conservarlo en su empaque original o en un recipiente hermético ayuda a protegerlo de olores externos.
Ajos
Los ajos son otro alimento que la UOC recomienda no guardar en la heladera. La experta advierte que, cuando se refrigeran, los ajos tienden a germinar, lo que intensifica su sabor amargo. Gamero sugiere conservar las cabezas de ajo en una despensa a unos 15 grados, lejos de las patatas, pues los gases emitidos por ambos productos aceleran la germinación.
Si se busca conservarlos durante un largo período, los ajos pueden almacenarse en aceite de oliva en un recipiente de vidrio hermético o congelarse, tanto enteros como picados.
Bananas
Las bananas son frutas que responden mal a la refrigeración, sobre todo cuando aún están verdes, ya que el frío ralentiza el proceso natural de maduración. Según la experta de la UOC, esto provoca que la banana pierda sabor y que la piel se oscurezca, lo que puede hacer que se vea poco apetecible.
Para asegurar una maduración adecuada, es mejor almacenar las bananas a temperatura ambiente y lejos de las manzanas, puesto que estas emiten etileno, un gas que acelera la maduración de las bananas.
Café
Por último, el café, ya sea en grano o molido, debe evitarse en el frigorífico, donde absorbe humedad, lo que afecta su aroma y sabor. Gamero recomienda conservar el café en un recipiente hermético y en un lugar fresco y seco para mantener sus cualidades. La refrigeración, explica, provoca la pérdida de la intensidad en el sabor del café, restándole la frescura característica de su molienda.