El empleo del sector privado creció por primera vez en 11 meses y el Gobierno se lo atribuye a la reforma laboral

El Gobierno no sólo celebra el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. También exhibe datos auspiciosos de la economía como los que la Secretaría de Trabajo difundirá este jueves y que muestran un crecimiento del empleo registrado del sector privado en agosto y septiembre, en un significativo cambio de tendencia que se origina, según el Gobierno, en “la confianza en el plan económico y la reforma laboral de la Ley Bases”, y, al mismo tiempo, se registró un aumento de la capacidad de compra del salario medio desde diciembre de 2023.

Las cifras fueron proporcionadas por el secretario de Trabajo, Julio Cordero, en un encuentro con periodistas de diversos medios, donde se brindaron las últimas estadísticas del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), que elabora mensualmente esa dependencia que está bajo la órbita del Ministerio de Capital Humano.

De allí surge que el empleo registrado del sector privado creció un 0,1% en agosto y un 0,2% en septiembre, lo que significa la incorporación al mercado laboral de unos 5.000 trabajadores, pero lo importante, según Cordero, es que se registra un crecimiento por primera vez en 11 meses.

Para el secretario de Trabajo, se produjo por “la confianza en el plan económico acompañada por la reforma laboral de la Ley de Bases, más su reglamentación, que ayudan a brindar la seguridad jurídica que permite estas nuevas contrataciones”. “Cinco mil trabajadores más es bastante, aunque por supuesto que nos hubiera gustado que fueran mucho más, pero la tendencia a la incorporación de personal evidencia algo muy positivo”, destacó el funcionario libertario.

Cordero dijo que “un dato curioso es que la mayor baja de empleos registrados en el sector privado respondía a la no contratación de trabajadores nuevos, ya que nunca tuvimos un aluvión de de empresas despidiendo masivamente”, pero que “desde mediados del año pasado se registra una tendencia que no responde sólo al shock económico que empieza a realizar este gobierno”.

“Tardó mucho en sancionarse la reforma laboral de la Ley Bases -agregó-, y cuando sale empezamos a decir: ‘Señores, contraten porque ya están dadas las condiciones’. Por eso las empresas valoran que hayan desaparecido las multas y que el supuesto trabajo no registrado no les multiplique más las indemnizaciones. No sabíamos qué podía pasar, pero estamos viendo que eso, más la reglamentación de la ley, van restableciendo una confianza que permite el crecimiento del empleo”.

Según los datos de Trabajo, el aumento de empleo formal privado se atribuye predominantemente a mejoras en la construcción, la industria y el comercio. Durante agosto, resalta el informe, se observó un aumento en la contratación de personal en los sectores de construcción y comercio. A partir de septiembre, el sector industrial cesó la reducción de empleo que llevaba 11 meses. Este crecimiento no se limitó a empleos temporales o de agencia, sino que también se evidenció un alza en los contratos por tiempo indeterminado, lo cual es atípico en fases iniciales de recuperación.

Diego Schlesser, director de Planificación, Estudios y Estadísticas de la Secretaría de Trabajo, sentado al lado de Cordero, también interpretó los datos ante los periodistas: “Creemos que estamos en un punto de inflexión porque desde septiembre de 2023 hasta junio de 2024 lo que tuvimos en Argentina es una caída permanente mensual consecutiva del empleo asalariado registrado privado, que se redujo y lo que estamos viendo es que el empleo empieza a crecer desde agosto en un 0,1%”.

Para el funcionario, las cifras “pueden resultar poco impresionantes, pero son variaciones mensuales: anualizada, una variación del 0,5% puede representar el 7 u 8% anual de crecimiento del empleo”, un dato positivo “luego de un período de una fase contractiva que se extendió durante 11 meses”.

En cuanto al poder adquisitivo del salario medio registrado en el sector privado, que registró un crecimiento según el Gobierno, Cordero lo atribuyó a que se “intenta que los aumentos de sueldos no se trasladen a los precios y le vayan ganando a la inflación, de manera que paulatinamente se vaya recomponiendo el salario y haya una verdadera mejora del poder adquisitivo”.

“Si en este momento uno repartiera plata por todos lados, lo único que haría con eso es que las cosas aumenten más. Lo que hay que hacer es producir más bienes y servicios -añadió-. Y entonces le apuntamos mucho a que los salarios que se negocian en paritarias no se trasladen a los precios de manera directa, sino que se vayan mejorando de manera muy acompasada”.

En el informe que difundió Trabajo, se destaca: “En septiembre de 2024, el poder adquisitivo del salario medio del empleo asalariado registrado privado y del promedio de las remuneraciones acordadas en los convenios colectivos de trabajo presentan dinámicas moderadamente divergentes”.

“No obstante, cuando se analiza la evolución de los dos indicadores durante el período comprendido entre noviembre de 2023 y septiembre de 2024 -puntualiza-, se advierte una misma conclusión: la capacidad de compra del salario medio creció sensiblemente desde diciembre de 2023, a pesar de que aún se encuentra por debajo del nivel observado en noviembre del año pasado”.

Cordero destacó, además, que “el sindicalismo en general asumió una posición muy responsable en las paritarias, salvando algunas excepciones, y está acompañando lo que la población votó, que es una baja de la inflación y un mantenimiento del equilibrio fiscal”.

Enfatizó que “el equilibrio fiscal es una piedra angular” y puso un ejemplo: “No mantener el equilibrio fiscal es casi como estar cayendo de un precipicio y pensar que uno está volando. No, no estás volando, te estás cayendo de un precipicio y en algún momento te vas a estrellar”.