Según el último informe de la Estación Agrometeorológica del INTA en Santiago del Estero, el mes de octubre registró un acumulado de 132,0 mm de precipitaciones, lo que lo convierte en el segundo octubre más lluvioso desde que se tiene registro. Este valor se encuentra únicamente por debajo de los 196,6 mm registrados en octubre de 2002, marcando un año excepcional en términos de precipitaciones para la región.
Comparado con el promedio histórico mensual de 48,0 mm, basado en la climatología de 1991 a 2020, este octubre triplicó las precipitaciones habituales para esta época del año. Estos datos fueron relevados por la estación agrometeorológica convencional “La María” de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Santiago del Estero, una de las principales fuentes de monitoreo climático en la provincia.
El impacto de este fenómeno podría repercutir en diversas áreas productivas. Si bien las lluvias pueden beneficiar a ciertos cultivos en desarrollo, también generan preocupación en algunos sectores agrícolas que deben enfrentar la saturación de los suelos, el retraso en las siembras y posibles daños en infraestructura rural. Por otro lado, los excedentes hídricos podrían ser favorables en los meses venideros para garantizar una buena provisión de agua en zonas que enfrentan problemas de sequía.
Los especialistas sugieren que la variabilidad climática que se ha observado en los últimos años resalta la necesidad de continuar monitoreando de cerca estos fenómenos extremos para que los productores puedan tomar decisiones informadas de cara a la próxima temporada de cosechas.