En la madrugada del martes, Ucrania llevó a cabo su primer ataque en territorio ruso utilizando misiles estadounidenses ATACMS. Según confirmó el Kremlin, la ofensiva impactó un objetivo militar en la región de Briansk. “A las 3:25, el enemigo atacó con seis misiles balísticos un emplazamiento en la región de Briansk. Se emplearon misiles tácticos ATACMS de fabricación estadounidense”, informaron agencias de noticias rusas, citando un comunicado del ejército.
Una fuente militar ucraniana corroboró la acción, declarando al medio de Kiev RBK: “Hemos utilizado misiles balísticos ATACMS por primera vez para golpear territorio ruso”. La fuente indicó que el objetivo fue una infraestructura militar en Karáchev, en la región de Kursk, que limita con Ucrania.
Antes de esta confirmación, el Estado Mayor de Ucrania había informado de un ataque exitoso en un arsenal militar ruso en Briansk, sin especificar el armamento utilizado. La ofensiva se produjo poco después de que medios estadounidenses informaran que Washington autorizó el uso de misiles ATACMS por parte de Ucrania para atacar objetivos militares dentro de Rusia.
La Casa Blanca permitió que Ucrania enfocara sus ataques en la región de Kursk, ocupada parcialmente por fuerzas ucranianas, donde Rusia ha desplegado militares norcoreanos para reforzar sus tropas en un intento de expulsar a las fuerzas ucranianas.
La región de Briansk, ubicada al norte de Kursk, fue donde se dirigió el ataque ucraniano. Andrí Kovalenko, integrante del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania, señaló que el arsenal de Briansk contenía municiones de artillería, bombas guiadas, misiles antiaéreos y cohetes.
Durante meses, Kiev había solicitado permiso para atacar objetivos en territorio ruso con misiles occidentales, una medida que sus aliados habían rechazado hasta ahora por temor a la respuesta de Rusia. Moscú ha advertido que cualquier ataque con misiles occidentales en su territorio sería considerado como una participación directa de la OTAN en el conflicto.