El Decreto 1024/2024, publicado recientemente en el Boletín Oficial, introduce cambios importantes en la comercialización de medicamentos de venta libre. A partir de esta normativa, los medicamentos de venta libre podrán ser exhibidos en góndolas de farmacias, permitiendo un acceso directo al público, siempre que se cumplan estrictas condiciones de seguridad y conservación.
Principales puntos de la nueva normativa para la comercialización de remedios
Exhibición en farmacias:
Los medicamentos de venta libre deben estar en góndolas correctamente señalizadas, en cajas cerradas y con prospecto. Solo podrán ser adquiridos por personas mayores de 18 años, verificando la edad mediante el Documento Nacional de Identidad al momento del pago.
Restricciones en otros establecimientos:
La venta de medicamentos de venta libre en locales no habilitados como farmacias se limitará a productos específicos, como antiácidos y analgésicos. La ANMAT, como autoridad reguladora, tendrá la facultad de ampliar este listado.
Venta bajo receta:
Los medicamentos que requieren receta médica seguirán siendo comercializados exclusivamente en farmacias habilitadas, bajo la supervisión de un farmacéutico. La normativa también permite el despacho a domicilio a través de canales electrónicos, siempre que se garantice el cumplimiento de los requisitos de seguridad.
Productos adicionales en farmacias:
Las farmacias podrán incluir en su oferta productos relacionados con la higiene, estética, desinfección y profilaxis, siempre bajo el control de las autoridades sanitarias.
Argumentos detrás de la medida
El decreto cita el artículo 42 de la Constitución Nacional, que garantiza el derecho de los consumidores a información veraz, libertad de elección y protección de la salud. Además, señala que estas regulaciones buscan optimizar la comercialización diferenciada entre medicamentos de venta libre y los que requieren receta.
Impacto en consumidores y farmacias
Con esta normativa, se pretende facilitar el acceso a medicamentos de uso común, al tiempo que se refuerza el control en su venta y conservación. Las farmacias, como actores principales, jugarán un rol clave al garantizar el cumplimiento de estas disposiciones y ofrecer un entorno seguro para la adquisición de medicamentos.
Este cambio promete transformar la experiencia de los consumidores, manteniendo el equilibrio entre accesibilidad y seguridad sanitaria.