Durante la festividad de la Virgen de Sumampa, miles de historias de vida se unen bajo un mismo credo. Una de ellas es la de Victoria, quien reside en San Isidro (Capital), y compartió con Info del Estero el milagro que Nuestra Señora de la Consolación le cumplió.
“Hace dos meses me chocó una camioneta”, relató. Ese accidente le cambió la vida porque tuvo que frenar todo, y abocarse a su recuperación. “He estado más de un mes en reposo”, agrega.
“No podía caminar”, revela Victoria. Así fue que decidió encomendarse a la “hermana” de la Virgen de Luján. Fiel creyente de la patrona de Santiago del Estero, puso toda su fe en la intercesión de la Madre para lograr caminar.
Dos meses después, no solo pudo caminar hasta el Vallecito de Sumampa Viejo, sino también arrodillarse ante la Virgen. “Eso era algo que no podía”, señaló.
La devoción por la Virgen fue transmitida por su mamá, quien ya falleció pero está presente en cada paso que da Victoria. “Tengo mucha fe en mi Madre celestial y en mi madre que está en el cielo. La Virgen de Sumampa me ha salvado la vida en el accidente y me da la fortaleza para seguir adelante”.