Este sábado a las 12 horas (hora de Argentina), Santiago del Estero será testigo de un evento histórico: por primera vez en más de 400 años, la provincia contará con un Cardenal en la Iglesia Universal.
El Arzobispo Primado de Argentina, monseñor Vicente Bokalic CM, será investido como Cardenal por el Papa Francisco en una ceremonia en el Vaticano. Desde Roma, Bokalic expresó sentirse “muy acompañado por los sacerdotes, por el pueblo sencillo”, y vivir este momento “con alegría, con cierto temor de no poder responder a tantos desafíos”.
Un Año de Gracia para la Diócesis
El 2024 ha sido un año significativo para la Diócesis de Santiago del Estero. Monseñor Bokalic destacó la canonización de María Antonia de San José (Mama Antula), y expresó que su canonización “fue una celebración sentida, Francisco estaba feliz de conceder esta gracia”. Además, la Diócesis ha sido elevada a Arquidiócesis y Sede Primada, un reconocimiento histórico, ya que la sede data de 1570.
Nombramiento como Cardenal
El reciente nombramiento de Bokalic como Cardenal es visto como una obra de la Providencia. Bokalic añadió que este nombramiento “me da mucha alegría y me asusta un poquito por las responsabilidades”. Además, subrayó la importancia del carisma vicenciano y la misión a los pobres, destacando que “la evangelización, la misión a los pobres, todo lo que significa la iglesia en salida” es fundamental para su labor.
Desafíos y Compromisos Futuro
Monseñor Bokalic subrayó los desafíos actuales, como la pobreza creciente, la desigualdad y las adicciones que afectan a los jóvenes en Santiago del Estero. Destacó la necesidad de una pastoral renovada que incluya apoyo a las familias, trabajo en las periferias y cuidado del medio ambiente. Enfatizó que “debemos profundizar la pastoral familiar, la pastoral de las periferias, carcelarias, medio ambiente”.
Impacto en la Comunidad
El nombramiento de Bokalic ha movilizado a la Iglesia de Santiago del Estero, llevando a la comunidad a comprometerse más profundamente con sus valores espirituales y de servicio. El Arzobispo confía en la obra de Dios, apoyándose en la oración y la Eucaristía, y se siente animado por la dedicación de los miembros de la comunidad. Según sus palabras, “ver a tanta gente trabajando en nuestras comunidades me anima permanentemente a responder con todas mis capacidades y limitaciones”.