Las ventas minoristas de las pequeñas y medianas empresas (pymes) en Argentina continuaron su caída en noviembre, con una retracción del 1,7% en comparación con el mismo mes de 2023. Con esta nueva baja, el acumulado anual se eleva al 12,2%, según informó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
El informe de CAME destacó que, a pesar de los descensos en las ventas, los comercios implementaron promociones para mitigar el impacto de los aumentos de precios por parte de los proveedores, lo que permitió mantener la estabilidad en varios rubros. De esta manera, los empresarios se muestran expectantes por un cierre de año con niveles similares o incluso superiores a los del año anterior.
En noviembre, cinco de los siete rubros relevados registraron caídas interanuales. La mayor retracción se observó en perfumería, con una baja del 15,4%, seguida por farmacias, que cayeron un 10,4%, y el sector de bazar, decoración y textiles para el hogar, con una disminución del 9,4%.
Por otro lado, los rubros de alimentos y bebidas, y calzado y marroquinería mostraron un comportamiento positivo. Las ventas de alimentos y bebidas aumentaron un 4,4% interanual, aunque acumulan una caída del 14,5% en lo que va del año, lo que genera incertidumbre para las fiestas de fin de año debido al aumento de precios, especialmente de la carne. El sector de calzado y marroquinería tuvo una mejora del 2,6%, pero aún acumula una caída del 7,2% anual.
Los rubros más afectados
En los sectores de farmacia y perfumería, la situación es aún más compleja. Las ventas de farmacias cayeron un 10,4% interanual en noviembre, acumulando una baja del 22,1% en el año, mientras que en perfumería la retracción fue del 15,4%, con un descenso anual de 28%.
El rubro de ferretería y materiales de la construcción experimentó una disminución del 2,1% en sus ventas, con una contracción acumulada del 13,1% en comparación con el mismo período del año pasado. En el sector textil e indumentaria, las ventas cayeron un 0,8% interanual, pero acumulan un incremento del 1,4% en los primeros once meses de 2024.
La CAME subrayó que, a pesar de los esfuerzos por sostener las ventas, la carga impositiva sigue siendo el principal problema para los comercios. De hecho, un 66% de los comerciantes considera que la principal política gubernamental debe ser la reducción de impuestos. Además, los empresarios reclamaron medidas para fortalecer la demanda interna, simplificar la burocracia y generar incentivos para la contratación de personal.
A nivel de la actividad manufacturera, los obstáculos continúan siendo elevados. Los comerciantes mencionaron la falta de ventas, los altos costos de producción y logísticos, las dificultades para acceder al crédito y los problemas de cobranzas, particularmente en el sector de alimentos y bebidas. Estos problemas continúan afectando la estabilidad de las pymes en un contexto económico complicado.