En un desarrollo inesperado para muchos, el 96% de los empleados estatales evaluados hasta ahora ha aprobado el examen de idoneidad impulsado por el Gobierno argentino como parte de su política de racionalización y evaluación de competencias. La información fue difundida por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), uno de los principales gremios involucrados.
El examen, que comenzó a aplicarse en diciembre, abarca a más de 40.000 empleados de la Administración Pública Nacional, específicamente aquellos con contratos temporales cuyo vencimiento se daba a finales de este año. Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE, informó que en la primera semana de evaluaciones, se realizaron 4,156 pruebas, de las cuales 4,002 fueron aprobadas, representando un porcentaje de aprobación del 96,3%.
Esta alta tasa de aprobación ha llevado a los sindicatos a exigir la conversión de los empleados que aprobaron a la planta permanente del Estado, argumentando que han demostrado su idoneidad para los puestos que ocupan. La medida del examen, promovida por el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado bajo el mando de Federico Sturzenegger, fue inicialmente vista como una herramienta para posibles despidos o no renovación de contratos, pero estos resultados parecen haber cambiado la narrativa.
El examen evalúa conocimientos en comprensión lectora, razonamiento lógico-matemático y administración pública, y ha sido objeto de críticas por parte de algunos gremios que cuestionan su legalidad y su utilidad real para mejorar el servicio público. No obstante, el elevado porcentaje de aprobados ha generado una nueva discusión sobre la eficiencia y la necesidad de tales evaluaciones en el sector público.