La Municipalidad de La Banda atraviesa una de sus peores crisis económicas, de gestión y políticas. Los memoriosos solo recuerdan algo parecido a lo que fue la salida de García Piazza, pero todos saben que “Pancho”, un vecino honorable, respetado y queridos por los bandeños fue víctima de una cama del poder político y gremial, que lo empujó a irse, en un contexto, además, en donde ardía el país con la salida de De la Rúa y que más de 25 intendentes de todo el país renunciaron.
Pero ni Piazza, ni Ruiz, ni Mirolo, durante sus gestiones, hicieron del municipio bandeño una suerte de empresa familiar, a los niveles que se ve ahora. Seguramente que los antes nombrados tenían a algún que otro familiar en el organigrama de gestión, pero lejos de lo que hoy se observa, donde la Municipalidad de La Banda se ha convertido en “Nediani e Hijos SRL”, o como dijo un todavía funcionario de economía, con las horas contadas, “podría ser SH, sociedad de hecho”.
Roger Nediani es el Intendente de la ciudad, elegido por el voto de los bandeños. Uno de sus hijos, Matías, el de más alto perfil y de quien se dice es el apuntado para sucederlo cuando se vuelva a elegir jefe comunal ocupa el cargo de “Secretario de Desarrollo Social y Políticas Sanitarias”. Su otro hijo, Facundo, es el Director de Compras y Suministros de la Municipalidad, un área sensible y de manejo de caja.
Pero esto sigue, esto no para. La Directora de Despacho del municipio bandeño es Viviana Molina, esposa del Roger Nediani. Viviana, es cierto y hay que decirlo, una ya añeja empleada municipal, pero que hoy ocupa este cargo político importante dentro del organigrama. José Molina es cuñado del intendente, hermano de Viviana y ocupa su mismo cargo, pero en el Honorable Concejo Deliberante: Director de Despacho.
María Alejandra Nallar es la Directora de Discapacidad del municipio. María Alejandra es la esposa de Matías Nediani, nuera del Intendente, Roger. Y luego como empleados y contratados varios primos, sobrinos del primer matrimonio del alcalde de la vecina ciudad y familiares de segundo orden, tanto por línea familiar sanguínea, como así también política. Nunca en la historia de la comuna bandeña se vio algo igual.
Mientras todo esto pasa se registra niveles de persecución política pocas veces visto. Nediani no puede terminar con su armado político, con un partido que le dé plafón a la candidatura de su hijo, Matías. Ya intentó, infructuosamente, ingresar al Frente Cívico vía PJ, su relación con Sergio Massa está en su peor momento, ya que este reconoce como su delfín y jefe político de su espacio a Pablo Mirolo.
A todo esto hay que sumarle una situación económica desesperante, como pocas veces se vio. Con el Festival de La Salamanca prácticamente suspendido por segunda vez
consecutiva, algo que no pasó ni en el verano del 2002, meses después del estallido social más grande de la historia del país, como fue en aquel diciembre de 2001. Y eso no todo, todavía hay artistas que no cobraron sus actuaciones en septiembre de este año, en el marco de los festejos por el aniversario de la ciudad.
El diccionario de la Real Academia Española (RAE) define a la palabra nepotismo como la “utilización de un cargo para designar a familiares o amigos en determinados empleos o concederles otros tipos de favores, al margen del principio de mérito y capacidad”. Algunos de sus sinónimos, siempre según la RAE, son “amiguismo, favoritismo, enchufe, enchufismo, cuatachismo, parcialismo, favor, parcialidad, predilección, privanza”
