Este jueves se llevó a cabo la reunión del Consejo del Salario donde no hubo acuerdo, por lo que ahora el Gobierno deberá definir el próximo aumento del sueldo mínimo correspondiente al último bimestre del año. El objetivo del encuentro era mejorar el piso salarial que hoy está en $271.571.
La CGT formó parte del encuentro con la secretaría de Trabajo y pidió un aumento de $572.000 para diciembre, pedido que fue acompañado por las dos CTA. Se trató de un “pedido unificado” para recuperar los puntos perdidos contra los precios que sufrió el salario mínimo, que impacta en más de 6 millones de trabajadores formales y sirve de parámetro para los informales.
En tanto, la Unión Industrial Argentina (UIA) planteó un aumento en cuatro tramos: $278.000 para diciembre, $284.000 para enero, $290.000 para febrero y $295.000 para marzo.
Como las cámaras y los gremios no alcanzaron un acuerdo sobre las cifras, el secretario de Trabajo, Julio Cordero, tendrá que laudar. Para ello, cuenta con 10 días hábiles para definir cómo se aplicará la próxima actualización.
El salario mínimo tiene menos poder de compra que en 2001
El salario mínimo, vital y móvil (SMVM) acumuló una pérdida de 28% interanual hasta noviembre de este año. La fuerte caída se explica como consecuencia del aumento de la inflación, con el pico de 25,5% de diciembre tras la devaluación, y del alza de las tarifas, según un estudio elaborado por el Instituto Interdisciplinario de Economía Política de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.
El informe titulado “Panorama del empleo asalariado formal y de las remuneraciones” muestra que la merma del SMVM se inició en diciembre de 2023, cuando se contrajo 15% de la mano de la aceleración inflacionaria y se profundizó aún más en enero con una caída del 17%.
Esta tendencia se interrumpió momentáneamente en los meses siguientes, período durante el cual el incremento nominal acompañó la inflación por lo cual no se observaron reducciones adicionales. En el mes de junio se produjo una nueva caída (-4,4%), seguida por cierta recuperación en julio (4,3%) y por reducciones consecutivas en los tres meses siguientes.
La tendencia decreciente de los años previos, adicionalmente a la fuerte contracción de estos meses, posicionó el salario mínimo en un valor inferior al registrado en 2001, previo a la crisis de la convertibilidad. Asimismo, esto implica una erosión de casi el 60% frente al valor máximo de la serie, en septiembre de 2011.