La Cámara de Instituciones de Diagnóstico Médico (CADIME) advirtió sobre la creciente disparidad entre los aumentos de las cuotas de las empresas de medicina prepaga y los aranceles que estas abonan a los prestadores de servicios de salud. Según la entidad, esta diferencia crítica pone en riesgo la sostenibilidad del sistema de salud en Argentina.
En un informe reciente, CADIME señaló que las empresas de medicina prepaga incrementaron sus cuotas un 435% en promedio durante los últimos dos años (hasta octubre de 2024), mientras que los aranceles destinados a los prestadores de salud solo crecieron entre un 160% y un 224%. Este desfase ocurre en un contexto donde la inflación general alcanzó el 544% y la del sector salud el 583%, según datos del INDEC.
Impacto
El desajuste afecta tanto a los prestadores como a los usuarios del sistema de salud. Los pacientes deben afrontar cuotas más elevadas y copagos que antes no existían, mientras que los prestadores, especialmente las pequeñas y medianas empresas, reciben ingresos insuficientes para cubrir los crecientes costos operativos.
La problemática afecta a múltiples áreas de la salud ambulatoria, como análisis clínicos, diagnóstico por imágenes, odontología, diálisis, consultorios médicos y kinesiología, entre otras. Además, el retraso en los pagos, que se efectúan entre 60 y 90 días después de la facturación, agrava la situación para los prestadores.
Hasta el año pasado, la normativa establecía que las empresas de medicina prepaga debían trasladar el 90% de los aumentos autorizados en las cuotas a los aranceles de los prestadores. Sin embargo, CADIME denunció que más del 80% de los prestadores no recibió estos incrementos, lo que evidencia un incumplimiento generalizado.