El centro era un caos por las ventas de los que siempre dejan todo para último momento, las fiambrerías estallaban de clientes buscando los combos de jamón y queso para los sanguchitos, en los barrios, las esquinas se vestían de los gazebos blancos de los kiosquitos de cohetes, los periodistas en las redacciones rogabamos que la jornada termine lo más rápido y tranquilo posible.
Todo transcurría con normalidad el 24 de diciembre de 2016, cuando las familias se preparaban para la nochebuena y la Navidad. Todas menos una del barrio Juan Díaz de Solis, cuyo destino se torció en una tragedia que conmocionó a todo el país.
Un fatal accidente y un video viral
La tarde de ese caluroso sábado, un video explícito comenzó a circular por WhatsApp. En las imágenes, un camión Iveco Attack aparecía detenido en la ruta, rodeado de restos de una moto Honda Wave 110 cc y de un hombre cuyo cuerpo yacía destrozado en el asfalto.
El chofer del camión, identificado como Pastore, oriundo de Tucumán, grababa la escena en estado de shock. Con voz entrecortada repetía: “¿Qué has hecho? Mirá eso… ¡No! ¡Te me viniste encima! ¿Qué has hecho?”. Nadie imaginaba en ese momento la magnitud del secreto que el hombre atropellado llevaba consigo.
El accidente ocurrió alrededor de las 17 horas, en la Ruta 208, cerca del empalme con la Ruta 9, en inmediaciones de San Marcos. La víctima fue identificada como David Juárez, residente del barrio Aeropuerto. Todo parecía un trágico accidente, hasta que una noticia escalofriante lo conectó con algo más oscuro.
El hallazgo en el barrio Juan Díaz de Solís
La jornada ya era bastante dura para un joven fotoperiodista que estaba de guardia esa tarde, y sentarse a comer sanguchitos ya no iba a ser lo mismo para él despues de haber ido a cubrir un accidente fatal, pero eso no era todo lo que le esperaba aquella guardia. Ni bien volvió a su puesto de trabajo, un nuevo llamado puso en alerta a todos los equipos periodísticos locales: encontraron a una mujer asesinada en el barrio Juan Díaz de Solis. Otra vez, cámara en mano, salió a cubrir la novedad con un nudo en el pecho.
La noticia del accidente fatal en visperas de Navidad no tardó en viralizarse y llegó a la familia de la víctima. Al asociar el nombre del joven con el de su yerno, los suegros de Juarez intentaron comunicarse con su hija, Vanesa, sin éxito. Es así que decidieron ir hasta la vivienda de la manzana 14 lote 17 del barrio Juan Díaz de Solis, donde la pareja convivía, y descubrieron lo peor.
Los propios hijos de Vanesa Martinengo, de 29 años, encontraron a su madre sin vida, con varias puñaladas en el cuerpo, encerrada en una habitación. Tras el primer impacto, la sorpresa y el shock, asociaron el trágico accidente de David y lo entendieron todo: él la había matado, y luego decidió quitarse la vida arrojandose bajo el camión. Ahora tenían más sentido las preguntas que hacía el camionero mientras grababa con su celular, el hombre se le fue encima con su moto, no fue accidente, fue suicidio.
Una Navidad marcada por la violencia
Los medios de todo el país hablaron del nuevo femicidio seguido de suicidio en la Madre de Ciudades en vísperas de Navidad. El femicidio de Vanesa Martinengo dejó un manto de tristeza sobre la Nochebuena de 2016, una fecha que debería ser de celebración. En Santiago del Estero, una provincia golpeada por este flagelo, su nombre se sumó tristemente a la lista de víctimas de la violencia de género.
Esa noche, mientras muchas familias celebraban, dos hogares quedaron destruidos para siempre. Las agrupaciones feministas no dejaron que el caso quedara en el olvido, recordando a Vanesa cada año en los pedidos de justicia y en los gritos de Ni Una Menos.