
Indonesia recordó este jueves a las 167.000 víctimas del tsunami de 2004 con un emotivo homenaje en la Gran Mezquita de Baiturrahman, en Banda Aceh. Este emblemático lugar, que resistió la furia de las olas en plena zona cero, se convirtió en símbolo de esperanza tras uno de los mayores desastres naturales de la historia moderna.
El gobernador interino de Aceh, Safrizal Zakaria Ali, y el clérigo Abdullah Gymnastiar lideraron los rituales, a los que asistieron cientos de fieles vestidos de blanco. Entre rezos y ofrendas de flores, los asistentes recordaron a los fallecidos. “Ese día, el desastre cambió la vida de millones”, señaló Ali en su discurso, transmitido en redes sociales.
El tsunami, desencadenado por un terremoto de magnitud 9,1, golpeó la costa norte de Sumatra con olas de hasta 30 metros. En Banda Aceh, el epicentro de la tragedia, unas 61.000 personas perdieron la vida, aproximadamente un 25 % de su población.
Testimonios que estremecen
Supervivientes compartieron relatos conmovedores. “Pensé que sería el juicio final”, dijo Hasnwati, un profesor de 54 años. Bahaduddin Zainun, un pescador de 70 años, lamentó: “Mis hijos, esposa, padres, todos mis hermanos fueron arrastrados. Tenemos los mismos sentimientos de pérdida”.
En la fosa común de Ulee Lheue, donde descansan unas 14.000 víctimas, algunas personas lloraban en silencio mientras otras comunidades organizaban oraciones en toda la provincia.
Un cambio histórico: de la tragedia a la paz
El desastre natural marcó un antes y un después en Aceh. Según el gobernador, el tsunami ayudó a que el Gobierno y la guerrilla separatista islámica alcanzaran un acuerdo de paz tras más de tres décadas de conflicto. “El tsunami abrió las puertas de la paz en Aceh”, afirmó.
Además de Indonesia, otros países afectados, como Tailandia, Sri Lanka e India, realizaron ceremonias para conmemorar a las más de 228.000 víctimas del tsunami en 14 naciones del océano Índico.
La ONU destacó que una tercera parte de las víctimas eran menores de edad y recordó que el terremoto rompió la falla más larga registrada, de 1.500 kilómetros. Este devastador evento dejó huellas imborrables en las comunidades más afectadas.
Fuentes: EFE y AFP.