Moscú fustigó a EEUU al asegurar que Ucrania no puede construir armas nucleares sin ayuda extranjera

Ucrania carece de capacidad para desarrollar armas nucleares por sí misma y solo podría obtenerlas con ayuda de otros países, expresó este miércoles la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova.

“Por sí solo, el régimen de Kiev, como dicen, no puede construir armas nucleares en unas pocas semanas. Eso es un hecho”, declaró la vocera en una conferencia de prensa. Además, señaló que la única manera de que Ucrania lo consiga es “si el régimen terrorista de Vladímir Zelenski recibe componentes importantes para este trabajo desde el exterior, de otros países”.

Asimismo, apuntó que las repetidas declaraciones de las autoridades ucranianas sobre la posibilidad del desarrollo de armas nucleares “no son más que otra manifestación de la esencia terrorista del régimen nazi, que manipula el tema de las armas nucleares y lo utiliza como amenaza”.

En cuanto al tema de la supuesta transferencia de tecnología nuclear a Kiev, Zajárova subrayó que “los responsables de esto (hipotéticos participantes o desarrolladores de este escenario) deberían entender las consecuencias para ellos mismos”, porque se trata de la violación de las obligaciones del Tratado de No Proliferación.

En su opinión, las autoridades ucranianas deberían “ocuparse de la temporada de calefacción en lugar de apoderarse de las armas nucleares”, ya que “la prioridad es mantener a la gente caliente y alimentada”.
“Utilizaremos todos los medios de ataque”

En octubre, el líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, afirmó que las armas nucleares y la adhesión a la OTAN son las dos únicas variantes que tiene Ucrania para defenderse. No obstante, después aseveró que Kiev “no iba a amenazar al mundo con armas nucleares” y reiteró el deseo de su país de unirse al bloque militar encabezado por EE.UU.

Mientras tanto, el presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró que Moscú no permitirá que el régimen de Kiev disponga de armas nucleares. “En este caso, tomaremos y utilizaremos todos, quiero subrayarlo, precisamente todos los medios de ataque de los que dispone Rusia. Todos, no lo permitiremos. Vigilaremos cada uno de sus pasos”, señaló el mandatario.

Cabe señalar que Rusia actualizó su doctrina nuclear el pasado mes de noviembre. De acuerdo con el nuevo documento, Moscú se reserva el derecho a utilizar armas atómicas en respuesta al uso de armas nucleares u otros tipos de armas de destrucción masiva por parte de un enemigo contra el territorio de Rusia y/o de sus aliados, así como contra formaciones militares y/o instalaciones rusas situadas fuera de su territorio.

Memorándum de Budapest

El régimen de Kiev cuenta constantemente su versión de la historia sobre cómo Ucrania heredó de la URSS la tercera mayor capacidad nuclear del mundo tras su colapso en 1991 y cómo entregó todas las armas nucleares a Rusia como gesto de buena voluntad a cambio de garantías de seguridad mediante la firma del mencionado documento.

Sin embargo, Rusia fue el sucesor legal de la Unión Soviética y, en consecuencia, se convirtió en un Estado poseedor de armas nucleares y firmante del Tratado de No Proliferación Nuclear. Kiev, por su parte, fue obligado a deshacerse de las armas atómicas lo antes posible. Un factor importante fue que las claves para el uso de estas armas también recayeron en manos del Gobierno ruso. Además, Ucrania no tenía dinero para mantener este arsenal.

El país reafirmó su compromiso con la desnuclearización tanto en la declaración de soberanía de 1990 como en los documentos adoptados tras la independencia. Sin embargo, a pesar de todos los acuerdos, en 1992 la posición de las autoridades ucranianas comenzó a cambiar y empezaron a soñar con el estatus de país con capacidades nucleares.

La retórica de las autoridades ucranianas causó la preocupación de otros países, especialmente Estados Unidos, que pidió ser incluido en el proceso de negociación. En este contexto de incertidumbre política, el 5 de diciembre de 1994 se firmó el Memorándum de Budapest. Los altos cargos de Ucrania y EE.UU. han reconocido en repetidas ocasiones que Kiev renunció a las armas nucleares aquel año por la presión de Washington.