Este 26 de diciembre Sumamao se viste de fiesta para recibir a los miles de devotos de San Esteban. El protomártir de la Iglesia Católica es uno de los más populares en nuestra provincia y todo lo relacionado a su tradición se mantiene de generación en generación.
Una de ellas es la carrera de los indios. Consiste en correr hasta donde está el santo y arrodillarse al momento de tomar gracia. En el santuario se anuncia por los altavoces que los indios iniciaron su carrera por los márgenes del Misky Mayu, en un recorrido de más de 10 kilómetros.
Los promesantes llevan sus objetos para ofrendar, y muchos de los que piden por la salud de sus hijos, los llevan en andas. Otra de las particularidades de la carrera del indio es que los fieles llegan con camisetas de sus respectivos clubes de fútbol.
Una vez que están cerca de San Esteban se tiran de rodillas, para ser “pisados” por la imagen. Se trata de uno de los momentos más emotivos de la celebración que se lleva a cabo durante 10 días consecutivos.
Un sacrificio
Hasta la década del 70, los promesantes que realizaban la carrera del indio, luego debían recibir un corte en la pantorrilla. Esto era realizado por un síndico quien se cercioraba de que pierda un poco de sangre para normalizar la presión arterial. Esta tradición quedó en el olvido con los años.