Quién era Valeria Santillán, la santiagueña que perdió la vida en Cromañón
Se cumplen 20 años de la tragedia de Cromañón

Este 30 de diciembre se cumplen 20 años de la tragedia de Cromañón. Aquella noche, 194 personas perdieron la vida, entre ellas estaba Valeria Santillán, una joven santiagueña de corazón. Su padre, oriundo de Tintina (departamento Moreno), recordó a la joven en una sentida entrevista que concedió a Info del Estero.

En ESTE LINK pueden leer la crónica original cuyos fragmentos recordamos al cumplirse dos décadas del momento que cambió la historia de los recitales de rock.

“El recuerdo que tengo de Vale es el mejor, era la que más me seguía, la que más estaba pegada junto a mí. Eso se extraña…”, dice con voz entrecortada. Se van a cumplir 20 años de la tragedia, pero el recuerdo sigue intacto. “Está en el pensamiento siempre, en el dolor como padre que lo llevo adentro…”, describe.

Juan buscó justicia, tal y como lo hicieron la mayoría de las familias, pero asegura que no la encontró. “Jamás hubo justicia porque ninguno de los responsables está preso”, remarca. Para él, y otros padres los responsables fueron los músicos de Callejeros, más precisamente Patricio “Pato” Fontanet (cantante de la banda) y Diego Argañaráz (mánager).

“Pato se hacía el loco cuando lo querían meter preso. Se internaba en un neuropsiquiátrico, después seguía cantando porque es caradura hasta hoy”, asevera Santillán. “Seguí todo el proceso para que sean condenados, pero en Argentina, la corrupción mata”, señaló.

Valeria tenía 22 años
Valeria tenía 22 años

Argañaráz cumplió 5 años en el penal de Ezeiza y pasó a libertad condicional. Fontanet fue condenado a 7 años de prisión y en 2018 recuperó la libertad. Pasó un tiempo en un neuropsiquiátrico, y en la actualidad continúa con su banda de rock a la que le cambió el nombre.

Otro de los sindicados como responsables de la tragedia fue Omar Chabán, el dueño del boliche. Para Santillán, el empresario “era un perejil”. Fue el que recibió la condena más alta: 20 años. Falleció en 2014 debido a un cáncer.

“Cuando se allanó el hotel donde estaban Argañaráz y el Pato tenían valijas con bengalas. Hay un video donde la madre de Fontanet repartía bengalas desde el escenario”, comenta Santillán.

¿Quién era Valeria?

Valeria Santillán era una joven de 22 años. Se había casado hacía un año atrás, y la noche de la tragedia iba a cenar con su padre. Sin embargo, una invitación de último momento la hizo cambiar de planes. Juan Carlos jamás imaginó lo que iba a ocurrir después.

“Hablar de esto me quiebra, me sacude porque uno por un hijo sigue teniendo el dolor que jamás se va a superar, mientras uno viva, va a convivir con el dolor, es algo que un padre no puede olvidar y jamás negociar”, reflexiona.

A Vale, como la recuerdan todos no le gustaba el rock, más bien era de escuchar música tropical influenciada por sus raíces santiagueñas. “Al día de hoy tengo muchos recuerdos alegres. Era una chica a la que le gustaba ir al frente, trabajaba para salir adelante”, afirma.

Era madre de dos niños que hoy crecen al lado de su familia y a la luz del recuerdo de haber tenido una madre luminosa.

¿Cómo se enteró de la tragedia?

El incendio causado por una bengala se desató a los pocos minutos de iniciado el show de Callejeros. Esta tradición de “iluminar” los recitales había causado la interrupción del show en varias ocasiones, pero todo siguió como si nada.

A Juan Carlos lo llamaron para avisarle que había un incendio en Once. “Yo estaba cerca, en Caballito, así que me fui a buscarla, la busqué por todas partes, toda la noche…”, rememora. Al día siguiente, alrededor del mediodía, un nuevo llamado lo derrumbó: debía ir al hospital a reconocer a Valeria.

“Estaba como si se hubiera dormido, murió asfixiada y saber eso causa sufrimiento. Fue el peor dolor de mi vida, es el peor dolor de mi vida”, continúa. “Pasó todo en minutos porque hacía media hora, 45 minutos se había ido, no sé si es la vida o el destino…”, continúa.

Cómo se reconstruye después del dolor

Aunque pasaron 20 años, remover esa herida inevitablemente lleva a los recuerdos más tristes. “Lo único ahora es seguir adelante… En ese entonces se salió adelante por los chicos, pero es difícil luchar. Hay muchos papás que desarrollaron enfermedades por el dolor, por el estrés que les causó vivir todo esto, muchos fallecieron…”, remarca.