A pesar de las intensas jornadas y el esfuerzo por captar clientes durante las fiestas, el comercio local cierra el 2024 con un balance agridulce. Muchos comerciantes mantuvieron sus puertas abiertas incluso el domingo previo al Año Nuevo, pero las ventas no estuvieron a la altura de las expectativas.
“La crisis que vivimos a nivel país golpea a cada pequeño comerciante. Este fue uno de los peores años y fiestas que tuvimos”, comentó una vendedora de ropa, reflejando el sentir de muchos en el sector.
Desde un local de calzados señalaron que las ventas estuvieron por debajo de lo esperado. “Todo el año estuvimos agotando estrategias para vender porque hubo días que no se vendía casi nada. Se esperan fechas especiales como estas, pero aunque no fueron las mejores, la gente pone voluntad y, al menos, compra para los chicos”, explicaron.
Noelia, encargada de una tienda de ropa, destacó la intención de los clientes por mantener las tradiciones a pesar de las dificultades. “Se nota que la gente quiere comprar y busca precios para poder estrenar una prenda en las fiestas, pero es complicado. La comida, la ropa, el calzado, un regalo… todo cuesta”.
A lo largo de estas fechas, muchas vidrieras ofrecieron descuentos y promociones especiales, además de opciones de pago en cuotas, con la esperanza de impulsar el consumo. Sin embargo, los comerciantes coincidieron en que la crisis económica generalizada marcó un año difícil, dejando un cierre lejos de lo esperado.
