La reciente investigación anunciada por China sobre las importaciones de carne vacuna ha generado incertidumbre en el mercado global. Mientras el exceso de oferta reduce los precios, el gigante asiático evalúa la posibilidad de imponer medidas de salvaguarda. Aunque podría ser coincidencia, también refleja la capacidad de China para hacer valer su posición como el principal comprador de productos agropecuarios a nivel mundial.
Según el Ministerio de Comercio chino, el proceso investigará las importaciones entre 2019 y el primer semestre de 2024. Los productos analizados representan casi un tercio del mercado interno, y se espera que el estudio se extienda al menos ocho meses sin implementar medidas inmediatas.
Reuters destaca que esta decisión se produce mientras China enfrenta un mercado interno saturado que ha llevado los precios a mínimos históricos. Las importaciones totales de carne vacuna alcanzaron los 14.200 millones de dólares en 2023, en comparación con los 8.200 millones de 2019. Brasil lideró como proveedor con el 42% del valor comercial, seguido por Argentina (15%) y Australia (12%).
Presiones internas y argumentos del sector ganadero
Las asociaciones ganaderas chinas argumentan que el fuerte aumento de las importaciones ha dañado a la industria nacional. Denuncian que los ingresos de carne extranjera crecieron un 65% entre 2019 y 2023, mientras que en el primer semestre de 2024 se duplicaron en comparación con el mismo período de 2019.
Con márgenes negativos y una economía aún en recuperación, los productores chinos piden medidas para controlar las importaciones. La Asociación de Ganadería sostiene que el mercado interno enfrenta precios en caída, con valores del ganado en pie en su nivel más bajo en 10 años. En 2024, Beijing pidió a los productores reducir el tamaño de sus rodeos, pero el aumento de las importaciones—especialmente desde Argentina—sigue presionando los precios.
Reacciones internacionales
Ante la medida china, Brasil fue el primero en responder. Su Ministerio de Agricultura y Ganadería anunció que trabajará con el sector exportador para demostrar que las importaciones brasileñas no perjudican la industria china, sino que complementan su producción local.
En 2024, China importó más de 1 millón de toneladas de carne brasileña. La Asociación Brasileña de Industrias Exportadoras de Carne (Abiec) enfatizó que su carne sigue altos estándares de calidad y apoya un diálogo constructivo. Mientras tanto, la Asociación Brasileña de Frigoríficos (Abrafrigo) reconoció el comunicado del Ministerio de Comercio chino y subrayó el crecimiento del 106,28% en las importaciones desde 2019.
A pesar de que el comercio sigue con normalidad, las acciones de las principales compañías brasileñas del sector—BRF, JBS, Marfrig y Minerva—sufrieron pérdidas tras el anuncio. Analistas advierten que China podría aumentar los aranceles de importación del 12% al 22%, afectando los volúmenes de envío.
Impacto en Argentina
La dependencia de Argentina del mercado chino es significativa. En los primeros 11 meses de 2024, exportó 518 mil toneladas de carne vacuna a China, representando el 74% de sus envíos totales. Israel, con 38,8 mil toneladas (5,5%), se posicionó como el segundo destino en importancia.
El anuncio de China genera alarma entre los exportadores argentinos, quienes deben evaluar estrategias frente a posibles restricciones. Mientras otros proveedores diversifican sus mercados, Argentina sigue altamente dependiente del gigante asiático.
La investigación china parece responder a presiones internas y externas para ajustar los precios y proteger su industria local. Aunque el comercio continúa, el escenario plantea desafíos para los exportadores argentinos, quienes deberán monitorear de cerca los próximos movimientos de Beijing y definir acciones para mitigar el impacto potencial en el mercado cárnico global.