Intensas nevadas, lluvias heladas y peligrosas ráfagas de viento están afectando el tránsito terrestre y aéreo en la zona del centro y este de Estados Unidos, donde las temperaturas extremadamente bajas generan condiciones peligrosas. Los meteorólogos advierten que esta podría ser la nevada más intensa en los últimos diez años en algunos estados, con temperaturas que cayeron entre 7 y 14 grados Celsius por debajo de lo habitual, alcanzando mínimas de -25°C en áreas como Minnesota.
En ciudades como Baltimore, se emitieron alertas para brindar refugio a los ciudadanos vulnerables, mientras que en Missouri y Arkansas se declararon emergencias para hacer frente a los riesgos derivados de la tormenta. El vórtice polar, que normalmente permanece en el Polo Norte, se desplazó hacia el sur, provocando esta ola de frío extremo. Los científicos señalan que el calentamiento del Ártico podría estar detrás de este fenómeno, intensificando los episodios de frío en zonas más templadas.
En el norte de Nueva York, las nevadas generaron acumulaciones de hasta 90 centímetros, exacerbadas por el efecto lago, un fenómeno que ocurre cuando el aire frío interactúa con cuerpos de agua más cálidos. Además, las condiciones adversas provocaron el cierre de carreteras, como la autopista de Kansas, debido al riesgo de ventiscas y acumulaciones de nieve, y se reportaron múltiples accidentes relacionados con las condiciones resbaladizas.
Por otro lado, en Europa, las condiciones climáticas extremas provocaron importantes interrupciones en el transporte aéreo. En Alemania, los aeropuertos de Fráncfort y Múnich reportaron múltiples cancelaciones y retrasos, mientras que en el aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol, uno de los principales de Europa, se cancelaron más de 60 vuelos y reprogramado cientos más. Las nevadas también afectaron aeropuertos en el Reino Unido, con instalaciones en Manchester y Liverpool operando con restricciones.
