La planta de Dánica en Lavallol, un emblema de la industria alimenticia desde 1939, cerró sus puertas de manera definitiva, y dejó a aproximadamente 150 trabajadores sin empleo. La empresa notificó los despidos a través de telegramas en los que invocó el artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo, que permite el pago de una indemnización reducida al 50%, argumentando una “gravísima situación económica”.
El cierre había sido anticipado en octubre de 2023, cuando la compañía suspendió actividades, adelantó las vacaciones del personal y ofreció un plan de retiro voluntario. Ahora, la producción será trasladada al interior del país mediante un esquema de tercerización, aunque algunos empleados aún desconocen detalles sobre su futuro laboral.
La empresa atribuyó la decisión a varios factores, incluyendo los altos costos laborales, con especial énfasis en el encuadre sindical que calificaron como “fuera de la media” de la industria. También señalaron dificultades logísticas y una caída en las ventas, en un contexto de recesión económica que impactó fuertemente en la competitividad de la planta.
Dánica había intentado mantenerse operativa a lo largo de los últimos años, pero los esfuerzos resultaron insuficientes para sostener las actividades en Lavallol.
Reacciones
El Sindicato de Aceiteros y la Federación de Trabajadores Aceiteros rechazaron el cierre y presentaron una solicitud ante el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires para garantizar la continuidad laboral de los operarios. Desde los gremios denunciaron la aplicación de la indemnización reducida y advirtieron sobre el impacto social y económico que tendrá la clausura de la planta en la zona sur del Gran Buenos Aires.
Dánica, fundada en 1939 por un inmigrante danés, fue adquirida en 2011 por el grupo brasileño BRF y pasó a manos del Grupo Beltrán en 2019. Aunque la planta de Lavallol cesó su actividad, la compañía mantiene operaciones en su planta de aderezos ubicada en el Parque Industrial Ferreyra, en Córdoba.