El gobierno de Javier Milei concretó su primera privatización al preadjudicar la empresa metalúrgica y energética IMPSA a la firma estadounidense ARC Energy. El traspaso fue programado para mediados de febrero de 2025.
La licitación, realizada en octubre de 2024, tuvo como único oferente a ARC Energy, que propuso un desembolso de 27 millones de dólares. Según el acuerdo, 7 millones serán abonados al momento de la transferencia, mientras que el saldo se pagará durante el próximo año. La empresa estadounidense planea renegociar contratos con actores clave como YPF, Nucleoeléctrica Argentina y el Ministerio de Defensa, además de acordar términos con los principales acreedores de IMPSA, entre los que figuran el Banco Nación, el BID y el BICE. Actualmente, la compañía enfrenta una deuda estimada en 570 millones de dólares.
El anuncio generó preocupación entre los 660 empleados de IMPSA, quienes sufrieron retrasos en el pago de sus salarios en los últimos meses. La gerencia de la empresa se comprometió a regularizar la situación en los próximos días, aunque persisten incertidumbres sobre el futuro laboral tras la privatización.
ARC Energy manifestó su intención de expandir las operaciones de IMPSA hacia el mercado estadounidense, enfocándose en la fabricación de grúas portuarias y el mantenimiento de centrales hidroeléctricas. Los directivos aseguraron que están trabajando en acuerdos con los acreedores antes de asumir el control de la compañía, y buscan garantizar su estabilidad financiera.