Un nuevo episodio de los falsos policías de la Ruta 9 se registró ayer a la madrugada, a la altura de la localidad de Cañada del Medio, en el departamento Capital. Los delincuentes simularon un operativo policial para detener a un camión cargado con repuestos de camionetas, logrando concretar un millonario robo.
El engaño
El hecho ocurrió alrededor de las 3, cuando un camionero de 57 años, oriundo del barrio El Paraíso de La Banda, transitaba de sur a norte hacia Tucumán con un cargamento de repuestos y bidones de aceite vacíos, proveniente de Córdoba.
En el kilómetro 1.175, el conductor observó a dos hombres con ropa oscura y chalecos reflectivos, que con linternas y conos anaranjados simulaban un control policial. Aunque inicialmente redujo la velocidad, el camionero notó un detalle inusual: los presuntos agentes llevaban zapatillas, lo que le generó sospechas. Ante la posibilidad de un asalto, aceleró para alejarse del lugar.
Sin embargo, unos kilómetros después, el vehículo comenzó a perder potencia, obligándolo a detenerse en la banquina. Al descender, el conductor descubrió que los delincuentes habían desconectado la manguera del gasoil para forzar la parada.
Tras realizar una inspección del camión, detectó que los ladrones habían cortado la lona del acoplado y sustraído varias cajas con repuestos de camionetas. Los bidones vacíos fueron lo único que quedó intacto en la carga. Según el conductor, el perjuicio económico sería millonario.
Modus operandi
Los investigadores señalaron que el falso puesto policial fue una distracción para que los delincuentes pudieran subirse al acoplado, cortar la lona y arrojar la mercadería a la banquina, donde otros cómplices esperaban para recogerla. Al desconectar la manguera del combustible, lograron que el camión se detuviera más adelante, permitiendo que los ladrones escaparan con la carga.
El caso está en manos del personal de la Comisaría Comunitaria Nº 49 y de la División Robos y Hurtos, quienes trabajan para identificar a los responsables. Hasta el momento, no se han reportado detenciones, pero se presume que los asaltantes forman parte de una banda organizada que opera en rutas del norte del país.
El episodio reaviva la preocupación por la inseguridad en las rutas desoladas, donde los delincuentes aprovechan la vulnerabilidad de los transportistas. y la falta de iluminación y presencia policial.