Vivir y triunfar lejos del pago: cómo es la vida de dos santiagueñas trabajando de lo que aman en el exterior

¿Qué quieres hacer cuando seas grande? Es la pregunta de la que nadie se salva en algun momento de la infancia. Lo cierto es que generalmente los discursos preestablecidos buscan que desde que se termine la etapa escolar, una persona ya tenga definido su camino, comience una carrera universitaria para tal fin, y de alguna manera cumpla con una check list de lo que antes se esperaba que un adulto al tener su vida resuelta (de aquí el éxito del meme de los perritos que comparan la experiencia de nuestros padres a los 30 con casas, autos e hijos y nosotros, sus hijos, a la misma edad, en crisis diaria por no saber ni qué cocinar, y haciendo malabares para llegar con la plata del alquiler)…

Sin embargo, en la actualidad y con la expansión de las redes sociales y la forma en la que las personas eligen mostrarse en ellas, podemos encontrar nuevos relatos de adultos que, aún después de los 30, muestran que no existe tal fórmula para el éxito, no funcionan las check list (la serie de Netflix Envidiosa, protagonizada por Griselda Sicilian, desmuestra este punto a la perfección, con la frustración que sienten muchas mujeres, por ejemplo, al llegar a los 40 sin la casa perfecta, el marido exitoso, los hijos y el perro), y no todo parece tan claro cuando llegamos a esa edad. Entonces, salta a la luz que la búsqueda del bienestar y de quiénes somos es quizas un camino que no acaba nunca, y que lo que importa en realidad es vivir el presente y disfrutar de las oportunidades que se nos presenten, y tratar de ser felices con eso.

En este reportaje cuento el caso de dos santiagueñas, Abigail Saab y Brenda Brandan, a quienes considero dos jóvenes que se destacan por la valentía de haberse animado a transitar la experiencia de sus vidas en otras tierras, emigrando a contextos totalmente desconocidos, y por haber descubierto que cuando una se anima, sí es posible vivir de lo que a uno le gusta y poder celebrar los pequeños logros. En exclusiva para Info del Estero, las chicas nos cuentan sus experiencias emigrando a otros países para vivir de lo que aman, cómo se sienten lejos de su tierra natal y qué les gustaría decir a quienes están dudando sobre dar ese paso.

Abigail Saab, desde Australia

“Hace cinco años que vivo en Australia, y si bien he pasado por diferentes situaciones, siempre he encontrado algo que me hace agradecer cada momento. Desde trabajar con desconocidos hasta compartir momentos con amigos, cada experiencia me ha enseñado algo nuevo. Vivir aquí ha sido un desafío, pero también una oportunidad para fortalecerme y valorar lo que tengo”, comparte Abi, licenciada en turismo que, con valentía, tomó la decisión de mudarse lejos de su hogar para seguir su pasión.

Originaria de Santiago del Estero, Abigail no olvida sus raíces: “Soy de la capital, y aunque aquí la distancia sea grande, siempre mantengo contacto con mi familia. Ellos son mi sostén y lo que me impulsa a seguir adelante”.

Para Abi, vivir lejos de casa no ha sido sencillo, pero con el tiempo, se ha ido adaptando a las nuevas rutinas. “Al principio me costó, pero aprender a apreciar cada paso que di, la gente que conocí y los logros alcanzados me hizo sentirme más en casa”.

Ahora, en estas épocas de fiestas, Abi cuenta que lo que más extraña son las tradiciones de su pago. “Lo que más extraño es pasar el 25 de diciembre y el primero de enero con mis amigas. En Santiago, hacíamos una fiesta en la finca de una de ellas, compartiendo comida, mate, teteré y porrones. Era un ritual que nos unía, y ese calor humano lo extraño mucho”.

A aquellos que están dudando en dar el paso de emigrar, Abi les deja un mensaje: “Es fundamental tener claro qué es lo que uno quiere antes de tomar una decisión tan importante. Pero cuando logras alcanzar tus metas, las satisfacciones son enormes. Mi mensaje es que no se guarden la sensación de plenitud que da cumplir tus sueños, porque es algo invaluable. A todos, les deseo un 2025 lleno de exploración, apertura y gratitud”, finaliza la joven apasionada por los viajes, a quien sin duda le deseamos un año de muchos lugares nuevos por recorrer.

Brenda Brandán, desde Ciudad de México

Brenda, una bailarina santiagueña que dejó su huella en cada rincón de su carrera por Santiago del Estero, reside actualmente en Ciudad de México. “Hace seis meses que estoy establecida en Cdmx, aunque anteriormente viví en Cancún. Este año tuve la oportunidad de dar workshops en varias ciudades, como Guadalajara y Monterrey. Pero fue en Cdmx donde decidí quedarme, por la propuesta laboral y cultural que me ofrecieron”.

Originaria del interior de la provincia, Brenda tiene raíces profundas que no olvida. “Soy santiagueña de Monte Adentro, aunque mi familia también es de San Ramón y la capital. Mantengo contacto con ellos constantemente. La familia es mi sostén y mis raíces, no importa en qué parte del mundo esté”.

Aunque la distancia puede resultar difícil, Brenda siempre fue una persona de retos por cumplir. “Al principio no me costó tanto irme, porque siempre he sido de viajar y conocer nuevos lugares. Sin embargo, adaptarme a la cultura, la alimentación y la movilidad en general, fue todo un proceso. La rutina de trabajo, por suerte, no me resultó tan difícil porque siempre me gusta estar activa”, sostiene.

De vuelta en el pago, lo que más extraña Brenda, sobre todo en estas fechas, es la calidez de la familia. “En Santiago, nuestras navidades y años nuevos son especiales. Lo que más extraño son esos momentos en familia, las cenas, los brindis, y esa emoción por los logros de todos. Eso no se da en ningún lugar. Lo que más me gusta es que, sin importar lo lejos que estemos, siempre nos mantenemos unidos”.

Por último, Brenda invita a quienes piensan emigrar a no tener miedo de dar ese paso. “Para quienes estén pensando en emigrar, les diría que se animen. Si bien cada persona tiene sus propios deseos y proyectos, siempre hay oportunidades. Como dicen, el que no arriesga no gana, y es cierto. Las raíces siempre están con uno, y cuando uno cree en sí mismo, todo es posible”.

Un mensaje para valientes

Tanto Abi como Brenda nos muestran con sus historias que emigrar no es solo un cambio de lugar, sino un proceso de crecimiento y descubrimiento personal. A pesar de la distancia, ambas santiagueñas lograron mantenerse fieles a sus sueños y han encontrado su lugar en el mundo, siempre con el cariño y las enseñanzas de su tierra natal en el corazón.

A quienes dudan de dar el paso, ambas coinciden en que la clave es creer en uno mismo y confiar en que, aunque el camino sea incierto, las recompensas de seguir lo que uno ama siempre valen la pena.

 

Por Lourdes Suárez Torres
Para Info del Estero