El escenario para el 2025 en cuanto a la obra pública en Argentina está marcado por una significativa reducción del 83% en la inversión estatal, según datos de la Fundación Éforo para el período enero-octubre de 2024. Esta caída ha generado un fuerte impacto en el sector de la construcción, con las provincias reaccionando ante la política de recorte de inversión en infraestructura por parte del Gobierno nacional.
La inversión en rutas, bajo la Dirección Nacional de Vialidad encabezada por Marcelo Jorge Campoy, representó más del 70% del total ejecutado, con un monto de $63.816 millones, destinados principalmente a “Mantenimiento de red por administración” y “Obras en corredores viales”.
Las provincias más afectadas por esta contracción son La Rioja y San Luis, con reducciones de 97% y 94% respectivamente. En la Patagonia, Chubut y Santa Cruz registraron caídas del 90% y 93%, mientras que en el centro del país, la ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires vieron reducciones del 82% y 89% en su gasto en obra pública.
En cuanto al empleo en la construcción, el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC) reporta que, aunque hay un crecimiento intermensual, el nivel de empleo se mantiene en “históricamente bajos”, con 357.070 trabajadores registrados en octubre, un 12,5% por debajo del promedio de la década anterior.
Por otro lado, la venta de insumos para la construcción ha continuado disminuyendo. Según el Índice Construya (IC), en diciembre de 2024 hubo una caída del 6,6% interanual y del 1,2% respecto al mes anterior. Los consumos de materiales como artículos sanitarios de cerámica, hierro redondo, y ladrillos huecos registraron bajas significativas, con el asfalto siendo la única excepción con un aumento del 22,4%.
Esta situación plantea un panorama desafiante para las provincias y el sector de la construcción, que deben ahora buscar alternativas para reactivar la inversión y el empleo en infraestructura.
