Qué se debe hacer en casos de picadura de alacrán y otras alimañas

Con el aumento de las temperaturas, se registra una mayor presencia de alacranes en todo el país, algunos de los cuales son venenosos y su picadura puede requerir atención médica inmediata. Autoridades sanitarias emitieron recomendaciones para prevenir incidentes y actuar adecuadamente en caso de una picadura.

En Argentina, los alacranes más comunes suelen ser de color castaño claro, con bandas marrones en el lomo y patas sin manchas. Estos arácnidos miden entre 4 y 6,5 centímetros y poseen un aguijón con el que inyectan un veneno neurotóxico.

Su dieta incluye insectos como cucarachas y arañas, lo que los lleva a ingresar a las viviendas en busca de alimento. Son de hábitos nocturnos y prefieren refugiarse en lugares oscuros, como grietas, escombros, debajo de muebles, entre ropa o en calzados.

QUÉ HACER EN CASO DE PICADURAS

Las picaduras de alacrán suelen ocurrir en miembros inferiores y con mayor frecuencia durante noches calurosas o días con amenaza de tormenta. Ante una picadura, se recomienda:

  • Aplicar frío en la zona afectada para retardar la absorción del veneno.
  • Acudir inmediatamente al centro de salud u hospital más cercano para recibir atención médica.
  • Si es posible, capturar al alacrán, vivo o muerto, y llevarlo al centro médico para identificar la especie y determinar el tratamiento adecuado.

Los síntomas locales incluyen dolor intenso, sensación de quemadura, enrojecimiento y adormecimiento. En casos más graves, sobre todo en niños, pueden aparecer fiebre, vómitos, taquicardia, problemas neurológicos y dificultad respiratoria.

Para evitar la aparición de alacranes en los hogares, se sugieren las siguientes medidas:

  • Mantener la limpieza y ventilación de los ambientes.
  • Sellar grietas en paredes, pisos y techos.
  • Colocar mallas metálicas en rejillas de desagües y cámaras de cloacas.
  • Evitar acumular escombros, madera, ladrillos o elementos que puedan servir de refugio.
  • Sacudir ropa, calzado y ropa de cama antes de usarlos.
  • No caminar descalzo, especialmente en patios y jardines.
  • Supervisar a los niños al jugar en espacios al aire libre o en lugares con objetos acumulados.