Luego de la controversia desatada en el marco del Festival Nacional de la Papa, en la que la joven Amira Oggas, quien dejaba su reinado, denunció maltratos, desorganización y malas decisiones por parte de la intendencia de Villa Dolores, la organización del evento decidió modificar la estructura de las soberanas. De ahora en adelante, no habrá más reinas ni embajadoras.
El anuncio fue realizado por Maximiliano Rivarola, intendente de Villa Dolores, quien explicó que en la próxima edición del festival, los puestos que anteriormente ocupaban las soberanas serán ocupados por estudiantes destacados de la ciudad, elegidos por su rendimiento académico y jóvenes comprometidos con la solidaridad. “En la próxima edición no elegiremos soberanas. Estos espacios estarán destinados a los jóvenes de nuestra comunidad que sobresalgan por su esfuerzo y compromiso”, expresó en un comunicado.
Contra los estándares de belleza
Rivarola justificó la medida, subrayando que en las elecciones de embajadoras tradicionales se valoraba únicamente la belleza física, sin considerar otras cualidades importantes como la inteligencia o el esfuerzo. “No estamos dispuestos a continuar con un modelo que sólo premia la apariencia física, dejando de lado el verdadero potencial de los jóvenes. No es justo que se valore más la belleza que el esfuerzo y la capacidad”, declaró.
Finalmente, el intendente pidió disculpas por cualquier error que se haya cometido en la gestión pasada. “Si hubo fallos en la administración, lo asumimos y trabajaremos para mejorar. La obsecuencia y el oportunismo no pueden ser las herramientas que guíen nuestro futuro”, concluyó.
El discurso que generó la polémica
Una joven de apenas 18 años, embajadora en el Festival de la Papa, generó un momento tan incómodo como memorable: denunció la falta de apoyo de las autoridades y aunque quisieron callarla quitándole el micrófono, otra de las representantes se lo devolvió para que pueda continuar.
Todo ocurrió en Villa Dolores, Córdoba. Amira Oggas, fue elegida como segunda embajadora de la edición pasada y los animadores le dieron el micrófono para que pueda hablar
GRAN actitud de la segunda embajadora y primera embajadora saliente del Festival Nacional de la Papa de Villa Dolores. pic.twitter.com/AHaGymP2sV
— Sebastián Lacunza (@sebalacunza) January 13, 2025
“Estoy desilusionada, con una mezcla de sabor amargo. Me arrepiento de haberme involucrado en este mundo irreal”, comenzó. Y agregó: “Desde mi vivencia puedo afirmar que la Municipalidad no le da al festival la importancia que se merece”.
Esto provocó la inmediata reacción del conductor del evento Diego Vrkjan, quien además cumple funciones como secretario de Gabinete de la Municipalidad de Villa Dolores: “Ese reclamo no es momento de hacerlo ahora”, la cuestionó, y le sacó el micrófono. Luego, le dio la palabra a otra de las embajadoras.
Ante el reclamo del público, le devolvieron el micrófono: “Desde el comienzo todo fue complicado. El día de la elección nos apagaron las luces del escenario, ni un clavel nos dieron, y nos sacaron los atributos sin aviso. Los medios no estaban. Lo sentí como una falta de respeto y empatía”, sostuvo.
“En muchos eventos no nos proporcionaron ni comida ni bebida y en muchas oportunidades nuestra coordinadora, Lara Sánchez, tuvo que sacar de su propio bolsillo para cubrir nuestras necesidades básicas. Esto no debería pasar en un evento de tal relevancia, siendo que hay un equipo y director de Turismo, el señor Ignacio Castro; y el señor intendente, Maximiliano Rivarola, quien nunca nos convocó”, continuó.
“Prometieron cosas que nunca cumplieron, me robaron la ilusión y nunca tuve la importancia que aparentaba. La mayoría de los ciudadanos no saben quién fui y esto entristece porque para mí este puesto sí significó algo importante. Pero solo se los voy a recordar porque a los conductores se les olvida seguido: yo soy la segunda embajadora de la trigésima tercera edición del festival más importante de la ciudad de Villa Dolores y de la zona de Traslasierra”, manifestó sobre el final.
“Quiero aprovechar para recordar el verdadero sentido del Festival de la Papa: celebrar y honrar el trabajo de los productores paperos de la zona, algo que debería ser central, pero que muchas veces que queda en el olvido. Villa Dolores es la segunda capital de producción de papa en Argentina, algo que debería enorgullecernos, pero hoy somos una imagen sin importancia”, resumió.