El caso que mantuvo en vilo a la ciudad de Frías durante cuatro días tuvo un giro inesperado: los U$S 75.000 que una jubilada denunció como robados nunca salieron de su vivienda, sino que estaban escondidos en una habitación poco utilizada.
El sábado 18 de enero, tras intensas investigaciones lideradas por el fiscal Alfonso Arce y con la presencia de la defensa representada por Natalia Delfina Valdez y Marcelo Castillo Gioya, se descubrió que el dinero estaba en la misma propiedad donde residía la jubilada de 74 años del barrio Sumampa.
La denuncia y las primeras sospechas
El 15 de enero, Albarracín denunció que el dinero, guardado en una cartuchera porta cosméticos envuelta en una bolsa de plástico negro dentro de un ropero, había desaparecido. Según explicó, la suma provenía de la venta de un departamento en Córdoba realizada en noviembre de 2024.
Inicialmente, la denuncia apuntó al personal doméstico de la mujer. Sin embargo, la investigación tomó otro rumbo al ser detenido un sobrino, quien fue hallado con U$S 500, de los cuales solo pudo justificar U$S 200. Tres allanamientos realizados en propiedades de familiares del personal doméstico y del sobrino no arrojaron resultados concluyentes, lo que llevó a la Fiscalía a profundizar la búsqueda.
El hallazgo inesperado
Con rumores de que el dinero podría haber sido trasladado a la provincia de Catamarca, los investigadores decidieron revisar minuciosamente la vivienda de la denunciante. Cerca de la medianoche del sábado, los U$S 75.000 fueron encontrados en una habitación contigua a la de Albarracín, escondidos en el interior de la misma cartuchera que había sido denunciada como robada.
Tras el hallazgo, el sobrino de la jubilada fue liberado y recuperó los U$S 500 retenidos durante la investigación. Mientras tanto, la jubilada pudo recuperar la totalidad de su dinero, aclarando un episodio que inicialmente parecía un robo sofisticado y que finalmente resultó ser un malentendido.