En un paso significativo hacia el ecumenismo, el papa Francisco lanzó una propuesta que podría transformar una de las tradiciones más importantes del cristianismo: la celebración de la Pascua. Durante la homilía en la Basílica de San Pablo Extramuros, en el marco de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, el pontífice propuso fijar una fecha única para la Pascua, buscando unificar a las distintas denominaciones cristianas.
El llamado del Papa a la reconciliación
El papa Francisco destacó que la unidad de los cristianos no puede limitarse a palabras, sino que requiere acciones concretas. En este sentido, subrayó que establecer una fecha común para la Pascua sería “un gesto tangible de reconciliación”. Actualmente, las iglesias cristianas celebran esta festividad en fechas diferentes debido al uso de dos calendarios distintos: el gregoriano, adoptado por la Iglesia Católica, y el juliano, utilizado por las iglesias ortodoxas.
Un hecho providencial y un guiño al Concilio de Nicea
Este año, ambas fechas coincidirán, un hecho que el Papa calificó como “una señal providencial”. Además, esta coincidencia ocurre en el aniversario del Concilio de Nicea (325 d.C.), el cual intentó por primera vez unificar la fecha de la Pascua. El pontífice lo interpretó como un mensaje histórico que invita a superar las divisiones litúrgicas que han persistido durante siglos.
Un cambio que marcaría la historia de la Iglesia
La propuesta del Papa implica abandonar el cálculo tradicional basado en el primer domingo después del plenilunio de la primavera, una práctica definida en el Concilio de Nicea. Francisco recordó que el Vaticano ya había mostrado disposición en el pasado para adoptar una fecha fija, pero esta iniciativa requerirá consenso entre las diversas ramas del cristianismo.
De concretarse, este cambio sería un hito en la historia de la Iglesia, marcando un antes y un después en la forma en que millones de cristianos en el mundo celebran su festividad más importante.