El ministro de Economía, Luis Caputo, salió al cruce de las versiones sobre una posible devaluación en el marco del acuerdo que se negocia con el Fondo Monetario Internacional.
“Ni el plazo, ni el desembolso, ni las condiciones” de esos análisis es correcta, dijo el titular del Palacio de Hacienda en redes sociales, en medio de un clima de preocupación de los analistas por la escasa información sobre la reunión con el Fondo Monetario Internacional mantenida con funcionarios argentinos en los últimos días.
La negociación de la Argentina con el FMI generó expectativas y grandes bancos de Wall Street y exfuncionarios del organismo dieron por hecho un acuerdo en los próximos meses con un desembolso inicial de hasta US$10.000 millones y un plazo de 4 años, condicionado al fin del cepo cambiario y la unificación cambiaria con una suba del dólar del 30%.
“Parece altamente probable que las partes lleguen a un acuerdo sobre un programa de Acuerdo de Facilidades Extendidas para abril. Esperamos un desembolso inicial significativo y la refinanciación de la mayor parte del servicio de la deuda del FMI hasta 2028”, señaló el Bank of America, el segundo mayor de Estados Unidos.
El banco elogió el “éxito” en reducir la inflación y el ajuste fiscal del 5% del PBI para alcanzar el déficit cero en 2024 mediante una caída del gasto público del 30% en términos reales.
Y estimó que se podrá sostener el equilibrio en las cuentas gracias al crecimiento del PBI, que estimó en un 4,5% (menor al 5% que espera el Gobierno), luego de una recesión del 2% en 2024.
Según el informe, el acuerdo con el FMI podría cerrarse en marzo a nivel del staff y aprobarse en el Congreso en abril. En ese marco, el organismo internacional exigirá una mayor flexibilización del mercado de cambios, lo que derivará en un ritmo de devaluación más libre hacia finales de año.
El BOFA proyecta que el Banco Central relajará progresivamente los controles de capital, comenzando con aquellos que afectan la producción. Sin embargo, la eliminación de las restricciones se aceleraría tras las elecciones de medio término en octubre, lo que permitiría unificar el tipo de cambio en diciembre.
“La eliminación de los controles será gradual al inicio, pero esperamos una unificación cambiaria en diciembre, cuando aún haya existencias de pesos atrapadas en el mercado por las restricciones”, señala el informe.
El BOFA también prevé que el programa del FMI incluirá una meta de acumulación de reservas, lo que demandará una mayor flexibilidad en la política cambiaria.
El documento anticipa que el Fondo Monetario Internacional impulsará la reducción del dólar blend para exportadores y limitará la intervención del Banco Central en los dólares financieros. Además, sugiere la eliminación progresiva de restricciones, como:
Reducir el plazo de espera de 3 meses para que las empresas puedan comprar dólares en el mercado oficial después de operar en el mercado paralelo.
Aumentar el límite de compra diaria en el mercado paralelo, actualmente en US$200.000.
El BOFA considera que la Argentina podría obtener un Acuerdo de Facilidades Extendidas (EFF), con un desembolso inicial de entre US$5.000 y US$10.000 millones, dependiendo del nivel de ajuste fiscal y la flexibilidad cambiaria.
El Gobierno buscaría obtener entre US$11.000 y US$15.000 millones, aunque el BOFA no descarta que el FMI apruebe hasta US$20.000 millones debido a los vencimientos de deuda con el organismo. Entre 2025 y 2028, Argentina deberá afrontar pagos por US$21.000 millones (US$12.000 millones de capital y US$9.000 millones de intereses), por lo que gran parte de los desembolsos se destinarían a cubrir esas obligaciones.