El Papa Francisco, de 88 años, ha pasado su primera noche en el hospital de manera tranquila después de ser ingresado el viernes en Roma debido a una bronquitis que le provocó dificultades respiratorias, según informó este sábado un portavoz del Vaticano.
Matteo Bruni, director del servicio de prensa del Vaticano, declaró que “El Papa Francisco pasó una noche tranquila y durmió bien“. Además, añadió que el pontífice “desayunó esta mañana y leyó los diarios“, indicando una evolución positiva en su estado de salud.
El Vaticano había comunicado el viernes que los exámenes médicos revelaron “una infección en las vías respiratorias y una fiebre leve“. Medios italianos sugirieron que el Papa podría permanecer en el hospital varios días para asegurar su total recuperación.
El líder de la Iglesia Católica ha presentado un estado de salud frágil en los últimos años, con problemas de cadera, dolores en la rodilla, y una serie de operaciones e infecciones respiratorias. Sin embargo, Francisco mantiene una agenda de trabajo intensa.
En su juventud, sufrió la extirpación parcial de un pulmón, y en el último año ha experimentado varios episodios de bronquitis, lo que le llevó a cancelar su asistencia a la COP28 de la ONU en Dubái. Desde 2022, el Papa utiliza una silla de ruedas debido a persistentes dolores en una rodilla, y en ocasiones, se apoya en un bastón. También ha comenzado a usar un audífono para asistir a su audición.
