Relaciones de fin de semana: la nueva tendencia de parejas que eligen verse solo los sábados y domingos

En un contexto donde la carga laboral y el estrés de la rutina diaria son cada vez más notorios, las parejas están explorando formas de relacionarse que prioricen tanto la autonomía personal como la calidad del vínculo afectivo. Una de estas modalidades emergentes son las Only Weekend Couples (OWC), parejas que eligen verse únicamente durante los fines de semana, a pesar de vivir cerca una de la otra.

Noelia Benedetto, psicóloga y sexóloga, destaca que esta práctica ha ganado visibilidad en los últimos 10 años, coincidiendo con cambios en las dinámicas de pareja y en la sociedad en general. “Hay una mayor valorización del tiempo personal, del desarrollo profesional y personal, y una flexibilidad creciente en los vínculos afectivos“, explica Benedetto.

¿Por qué optan por este modelo de relación?

  • Autonomía e independencia: Los individuos pueden mantener su rutina diaria y compromisos personales sin la necesidad de ajustarse constantemente a otro. Esto puede conducir a encuentros más significativos y de mayor calidad.
  • Menos desgaste: Al evitar la convivencia diaria, se reducen los conflictos derivados de la vida doméstica y la monotonía, manteniendo la relación fresca y menos propensa a la rutina.
  • Flexibilidad: Este modelo es ideal para adaptarse a horarios laborales opuestos, estudios o responsabilidades compartidas como la crianza.
  • Posibilidad de extrañar: La ausencia durante la semana puede aumentar el deseo y la excitación por el reencuentro, fortaleciendo la relación emocional y física.
  • Creatividad en los encuentros: El tiempo limitado impulsa a planificar actividades y experiencias creativas, lo que mejora la comunicación y la conexión entre la pareja.
  • Espacio para la autoexploración: El tiempo a solas permite un espacio para la introspección, el autoconocimiento y la exploración de la sexualidad personal.

Las OWC representan una respuesta moderna a las necesidades de equilibrio entre vida personal y amorosa, demostrando que las relaciones pueden ser satisfactorias sin la necesidad de compartir cada momento del día. Esta tendencia sugiere un cambio en la percepción de lo que significa estar en pareja, valorando más la calidad del tiempo compartido que la cantidad.