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De Leonel Rodríguez para Info del Estero
Hace poco más de un años, para ser precisos el 21 de febrero de 2024, el entonces candidato y ahora Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, al ser consultado sobre el apoyo norteamericano, por aquel entonces de Biden, al líder ucraniano Zelensky, decía sobre Rusia y su ejército: “derrotaron a Hitler y derrotaron a Napoleón, son una máquina de guerra”.
Hoy, 24 de febrero, se cumplen 3 años del inicio de la guerra, de la denominada “Operación Especial” en Ucrania, largamente anunciada y varias veces pospuesta ante promesas que Zelensky, quien cargara para siempre con la ruina de su país y de ser el responsable de cientos de miles de muertes, incumplía una a una. Un día Vladimir Putin dijo “basta”, y el infierno se desató.
Piensen un minuto esto: supongamos que Rusia, o China o alguna otra potencia, pone bases militares, con capacidad de lanzar misiles en Canadá, en México, en Cuba, países cercanos y fronterizos con Estados Unidos. ¿Cuál piensan que sería la reacción de quien sea que gobierne USA, sea demócrata o republicano? De hecho, y hasta se hizo una película al respecto, pasó algo similar cuando se descubrieron misiles de la ex URSS en suelo cubano, aquel mes de octubre de 1962. Nunca estuvo tan cercana una guerra entre las dos máximas potencias bélicas.
Bueno, algo así ha venido pasando desde 2014, luego del golpe de estado perpetrado contra el entonces presidente ucraniano Viktor Yanukóvich, quien había estrechado fuertes vínculos con Rusia, y que, luego de fuertes campañas de agitación social, propaganda y desestabilización fue derrocado, obligado a huir con su familia. Desde ese momento, con una promesa de ser parte de la OTAN que jamás se le cumplió a Ucrania, comenzó un proceso de instalación de bases militares en ciudades que limitaban muy cerca de la frontera con Rusia.
Vladimir Putin, una y otra vez, pedía que se respeten los acuerdos, que esto no escale, que estas bases sean desarticuladas, pero lejos de eso, estas se multiplicaban. Pero todo se profundizó y se volvió desenfrenado con la llegada del actor cómico Volodímir Oleksándrovich Zelensky a la presidencia de Ucrania en 2019, quien basó su campaña en un discurso contrario a la antipolitica, en contra de la “casta” y hasta hizo un spot publicitario con el ingresando con una ametralladora al congreso, asesinando a todos los legisladores.
Hace unos días, en la red social X (ex Twitter), muchos compartían un video de 2019, con Zelensky recién asumido, en una reunión varios mandatarios y su risa, caras y gestos de monigote cuando Vladimir Putin leía los puntos del tratado del Minsk y pedía que sean cumplidos para salvaguardar a los habitantes del Donbass, perseguidos, bombardeados, asesinados y muchos de ellos arrojados en fosas comunes por ser “ruso parlantes”, por hablar la lengua madre, incluso la que hablaba el actor cómico hoy presidente, heredada de su mamá.
Tres años después del inicio de la guerra y seis años después de ese encuentro Zelensky ya no se ríe, su país ha sido arrasado, ha perdido casi el 30% de su territorio y por las expresiones de Donald Trump, que lo calificó de “dictador”, y le dijo hace pocos días que “ya casi no le queda país”, otro gran porcentaje del suelo ucraniano será tomado por USA, prácticamente viviéndose Ucrania entre las dos máximas potencias mundiales.
El mismo Trump se reía hace un año cuando algunos le planteaban que “ya van dos años de guerra, Rusia aun no puede vencer a Ucrania”. A esto, el entonces candidato y hoy ya mandatario norteamericano respondió: “¿En serio me están diciendo esto? Ucrania esta arrasada, casi aniquilada y ¿ustedes me dicen esto? “derrotaron a Hitler y derrotaron a Napoleón, son una máquina de guerra. Ucrania está vencida”.
Y eso, estimados lectores de Info Del Estero, es lo que pasó. No hay aún una rendición oficial de Ucrania, pero ni siquiera ha participado en Arabia Saudita de las reuniones entre los ministros de exteriores de Rusia y USA para dar por finalizado el conflicto. ¿Entienden la dimensión de eso, verdad? Ni si quiera invitan a las autoridades ucranianas a participar del despojo, de lo que será el reparto de ese país.
Las guerras, siempre, son por territorio, dese tiempos inmemoriales. Esta no es la excepción, y el vencedor es aquel quien al final de la contienda tenga más kilómetros cuadrados que los que tenía cuando empezó el conflicto o, mínimo, resistió la embestida y preservó su tierra. Rusia, al final de esto, hoy, mañana, o cuando finalmente sea, se quedará con el 30% o más del actual territorio de Ucrania. Y Ucrania tendrá, solo del lado ruso, un 30% menos de suelo, y ya veremos con cuanto se queda USA.
Las facturas y las cuentas hay que pagarlas, tarde o temprano, y eso es lo que toda Europa, que aportó con dinero y armas, al igual que USA, o resumiendo, la OTAN, están haciendo ahora: le están cobrando a Zelensky el aporte de tres años y el momento de pagar ha llegado. Los riesgos de poner a un bufón, a un payaso, a un amateur a gobernar un país son estos: la aniquilación, la devastación, la casi desaparición.
¿Pero por qué incluso no eran pocos, por el contrario, muchos afirmaban que Rusia seria derrotada? ¿Bajo qué fundamentos afirmaban esto o era que estaba de moda poner la banderita ucraniana como perfil en sus cuentas de redes sociales? El periodista norteamericano Tucker Carlson dijo esto hace poco más de un año, cuando las voces que prometían una victoria Zelensky sobre Putin se alzaban fuertes y numerosas:
“La idea de que Ucrania está a punto de ganar no sé de donde sale. No soy experto militar ni en Rusia ni en Ucrania, solo miro Wikipedia. Rusia tiene 100 millones más habitantes que Ucrania, tiene una capacidad industrial mucho más grande y una industria de defensa mayor que la de toda la OTAN junta. Rusia produce proyectiles de artillería, que son importantes en una guerra terrestre, en una proporción de 7 a 1 en proporción a todos los países de la OTAN y eso es toda Europa. Pero aun así si le preguntas a una persona promedio de este país (USA) ¿Quién va a ganar la guerra? Ellos te dirán: Ucrania. Y eso es por la enorme propaganda de los medios que machacan con eso y la gente termina creyendo eso”.
Siguen siendo varios los que plantean que Putin fracasó al haberse extendido tanto en una guerra que, en teoría, ganaría en pocas semanas. Puede que muchos, me incluyo, también hayamos creído que así seria, pero no estamos en la cabeza de Vladimir Putin para saber qué es lo que exactamente planeó, si tal vez pensó una denominada “guerra de desgaste”, la misma que en 1812 le dio la victoria a Rusia sobre Napoleón, luego que este tomara Moscú, pero luego se vio obligado a retirarse durante el mortífero y crudo invierno ruso.
También podemos citar lo que fue la heroica resistencia rusa al sitio de Stalingrado, entre agosto de 1942 y febrero de 1943 con el cruel invierno ruso haciendo de las suyas nuevamente. Cinco meses de lucha de los entonces soviéticos y cerca de dos millones de muertos entre soldados y civiles rusos, muchos de ellos por hambre. El ejército rojo resistió y la derrota alemana en las puertas de la capital rusa fue el inicio de la contraofensiva de Stalin y su posterior entrada y victoria con toda la gloria en Berlín.
¿Realmente creyeron aunque sea por un segundo que el ejército que derroto a Napoleón y a Hitler podía perder contra un comediante, aun con todo el apoyo de la OTAN y USA durante la gestión de Biden? ¿Realmente pensaron que eso pasaría? A veces es cuestión de leer un poco, de no dejarse influenciar por Hollywood que niega a Rusia, por entonces la URSS, como el país que de verdad derrotó al nazismo y con un poco de lectura, de conocimiento mínimo de geografía, ver cantidades de habitantes y las historias bélicas de las naciones en conflicto para no caer en tan estúpida afirmación o pensamiento.
La guerra está casi terminada, definida, se están repartiendo los despojos de un país entre las dos potencias más grandes del mundo. El mandatario del país perdedor ni siquiera es tomado en serio, ni siquiera lo invitan a las reuniones para ponerle un fin a esto. Hoy se cumplen 3 años del inicio de las operaciones y lo cierto es que cuando un pueblo vota a un payaso y sin experiencia puede firmar su propia acta de defunción.