
Raúl Ricardo Kapelinski, un jardinero, fue asesinado de dos balazos en General Rodríguez (Buenos Aires), luego de que un guardia de seguridad pensara que le quería robar, cuando chocaron en sus respectivas motos. Ocurrió en la madrugada de este viernes en el cruce de la avenida Ricardo Balbín y la calle José Hernández, donde la policía halló el cuerpo sin vida del trabajador de 31 años.
No pasó mucho hasta lograron dar con el homicida. Un empleado de seguridad privada de 62 años que se entregó en la Comisaría 2° de la ciudad. En su relató ante los oficiales, afirmó que le disparó porque creía que la víctima quería asaltarlo.
Las cámaras de seguridad municipales del barrio Villa Vengochea captaron parte de la secuencia, pero las imágenes no resultan del todo claras, ya que las luces de un vehículo encandilan la imagen. Lo que se puede apreciar es las dos motos chocaron.
La fiscalía intenta reconstruir con precisión: en un reporte inicial del municipio, se indicó que los conductores cayeron al asfalto tras la colisión y Kapelinski corrió unos metros antes de desplomarse, ya herido de muerte.
Al llegar al lugar, los efectivos policiales constataron que el jardinero tenía impactos de bala en su cuerpo. Junto a él permanecía su moto y todas sus pertenencias, lo que hizo que la hipótesis de un homicidio en ocasión de robo perdiera fuerza.
Además, la víctima no portaba armas, otro motivo para descartar que fuera autor de un hecho delictivo. También se verificó que la víctima no tenía antecedentes penales y que trabajaba como jardinero en relación de dependencia. Su experiencia laboral también abarcaba la industria manufacturera y otros rubros, con registros oficiales que acreditaban empleos en blanco.
De la incertidumbre a la certeza
Con todo este escenario, los investigadores estaban desconcertados. Sus primeras líneas de investigación contemplaron desde un posible ajuste de cuentas hasta un incidente vial que terminó en un desenlace violento. Pero las hipótesis no eran lo suficientemente sólidas, dadas las evidencias.
Todo cambió cuando el acusado, “R.P.” se presentó de manera voluntaria ante las autoridades y confesó el hecho. P., vecino de General Rodríguez y empleado de seguridad privada, contaba con portación legal de arma, según información brindada por Infobae. El homicida dijo que actuó movido por el miedo. Explicó que mientras se dirigía a su trabajo, percibió que la moto de Kapelinski se le aproximaba y, luego de la colisión y ante el temor de ser asaltado, reaccionó disparando. “Lo mató por miedo a que le robe”, aseguraron fuentes del citado medio.