“Julio Dalale Uniformes” se ha convertido a lo largo de los años sin lugar a dudas en la primera opción de los santiagueños al momento de pensar en el guardapolvo para los chicos al comienzo de clases, para el ambo del personal de salud, o el uniforme que cada profesión requiera.
Su local de Peatonal Tucumán 166 en el corazón del centro de Santiago, es el lugar obligado para buscar esa chaqueta, la chomba, el pantalón, antes de cada inicio de ciclo lectivo.
Pero ese prestigio y reconocimiento, no se logró de un día para el otro. “Julio Dalale Uniformes” lleva casi 60 años ofreciendo sus prendas a los santiagueños, pero con la premisa de siempre priorizar la calidad.
Desde Info del Estero quisimos conocer más de su historia y cómo es su ardua tarea cada año, y Eugenio nos contó cómo es su filosofía de trabajo y el secreto del negocio.
“Este es un negocio que se ha fundado en el 66’, un abuelo nuestro ha comenzado con una tienda de ropa, vendía ropa casual, a lo largo de los años se han involucrado un tío mío y mi padre, y se han volcado para los uniformes, y han comenzado a vender uniformes, creciendo en el rubro”, comenzó relatando.
Sobre el propósito que tienen como comercio, explicó: “Intentamos brindar un buen servicio ofreciendo productos de calidad, nosotros queremos que el cliente se vaya conforme y que vuelva al año siguiente”.
“Queremos que el cliente esté satisfecho con nosotros, y para eso, tratamos de tener siempre un buen producto”, agregó.
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En cuanto a la oferta y demanda que tienen, señaló: “Tenemos colegios del interior y muchas prendas para La Banda y Santiago, y muchos docentes vienen a comprar nuestras chaquetas y siempre tratamos de brindarles un buen servicio”.
“También lo que es sanidad, y la parte empresarial y de la gastronomía; entonces nosotros tratamos de tener un buen abanico de productos, tratamos de devolverle a la gente lo que nos pide”, sostuvo.
La mascota del local
Al llegar al local, los clientes son recibidos por la mascota del lugar, un perro de raza caniche, que lleva años en el lugar y que les da la bienvenida a cada cliente
“Preguntabas del perrito, bueno hay aquí un perrito caniche, es bastante particular, nos pide salir, pero no quiere que nadie lo toque”, comentó entre risas Eugenio.
“Una vez por semana viene alguien y nos pregunta si el perro es nuestro porque nos van a robar el perro; está hace más de 7 años con nosotros”, cerró.
