La Iglesia inicia la Cuaresma con la celebración del Miércoles de Ceniza

Mañana, miércoles 5 de marzo comienza el tiempo de Cuaresma, un período de preparación de cinco semanas para la celebración de la Pascua. La jornada está marcada por la imposición de cenizas en la frente de los fieles durante la misa, como signo de penitencia y conversión.

En la ceremonia, después de la proclamación del Evangelio y la homilía, se bendicen las cenizas obtenidas de los ramos de olivo y otros árboles utilizados en el Domingo de Ramos del año anterior. Al momento de la imposición, el celebrante pronuncia una de las frases tradicionales: “Conviértete y cree en el Evangelio” o “Recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás”.

El Miércoles de Ceniza, junto con el Viernes Santo (este año el 18 de abril), son los dos únicos días en que la Iglesia establece la práctica obligatoria del ayuno y la abstinencia.

El ayuno consiste en ingerir una sola comida completa al día, pudiendo complementarse con dos porciones menores que juntas no equivalgan a una comida completa. Esta norma es obligatoria para los fieles de entre 18 y 59 años.

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La abstinencia, que implica no consumir carne, rige a partir de los 14 años. En Argentina, la Conferencia Episcopal permite sustituir esta práctica por la abstinencia de bebidas alcohólicas, una obra de caridad o una acción de piedad. Además, la abstinencia se mantiene todos los viernes del año, salvo en aquellos que coincidan con una solemnidad.

EL SIGNIFICADO DE LA CUARESMA

El tiempo cuaresmal está inspirado en la experiencia bíblica del desierto, tanto en la travesía del pueblo de Israel tras salir de Egipto como en los 40 días de ayuno y oración de Jesús antes de iniciar su ministerio público. En este período, la Iglesia invita a los fieles a fortalecer su compromiso con la fe mediante la oración, la penitencia y la caridad.

Desde el Miércoles de Ceniza hasta el Jueves Santo, la liturgia adopta un carácter penitencial. Durante este tiempo, no se canta el Aleluya, no se adornan los altares con flores y la música se limita a acompañar el canto litúrgico. El color de los ornamentos es el morado, símbolo de penitencia, aunque en el cuarto domingo de Cuaresma, conocido como Laetare, se permite el uso del color rosado.

En estas semanas, la Iglesia no celebra misas de difuntos, excepto la exequial y la del primer aniversario del fallecimiento, que pueden realizarse en días de semana, pero no los domingos.

La Cuaresma concluirá el Jueves Santo con la Misa de la Cena del Señor, dando inicio al Triduo Pascual, que culminará con la celebración de la Resurrección en la Vigilia Pascual.