
El presidente Javier Milei enfrenta un marcado deterioro en su imagen y en la base de apoyo a su gestión, según una reciente encuesta de Analogías. La aprobación del Gobierno cayó 3 puntos en febrero, mientras que la desaprobación aumentó 2,5 puntos. La imagen personal de Milei también sufrió una baja de tres puntos, con un diferencial positivo que se redujo en ocho puntos en comparación con enero.
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El golpe más fuerte parece estar en las expectativas económicas: la brecha optimista sobre el rumbo del país se desplomó de trece puntos en enero a apenas 1,5 en febrero. A nivel personal, el pesimismo creció abruptamente, con siete puntos que migraron del optimismo a la incertidumbre y la preocupación.
$LIBRA, un problema no resuelto
A este escenario de crisis política y económica se suma el escándalo por el fraude con la criptomoneda Libra, que afecta especialmente a los jóvenes de clase media que fueron uno de los principales apoyos de Milei.
Un abrumador 61% de los encuestados considera que el caso representa un hecho de corrupción, y el 55% cree que el Presidente y su hermana estuvieron involucrados directamente. Más aún, el 78% calificó su comportamiento como “malo”, y el 60% considera que el escándalo perjudica la imagen internacional del Gobierno.
El fantasma de la corrupción empieza a permear en la percepción social del oficialismo. Hace seis meses, solo el 40% creía que había “mucha” o “bastante” corrupción en el Gobierno; en febrero, ese número subió al 49%. En el mismo período, quienes creían que había “poca” o “nada” de corrupción cayeron del 44% al 39%.
En cuanto a la base electoral de Milei, el segmento “oficialista” se redujo en dos puntos, con una fuga hacia sectores opositores no peronistas. El segmento “en disputa” se contrajo aún más, perdiendo tres puntos que se volcaron tanto hacia la oposición peronista como a la no peronista.
En medio de esta crisis política y económica, el Gobierno hizo un llamativo anuncio unilateral sobre un supuesto nuevo préstamo del FMI, una maniobra que parece más un intento desesperado de calmar los mercados que una estrategia económica planificada.