
Aunque la equidad está lejos de ser alcanzada, las trabajadoras santiagueñas no se rinden. Su meta es el crecimiento personal, pero siempre atravesado por un deseo de su labor sirva a otro. Así construyen su propio camino, no sin obstáculos y desafíos.
En conmemoración al Día Internacional de la Mujer, Angélica (profesora), Karina (enfermera) y Cintia (profesora de Educación Física) cuentan a Info del Estero qué disfrutan de sus horas de trabajo, qué las motiva a seguir y cuáles son sus deseos para otras trabajadoras.
Karina Geréz es enfermera. Trabaja en terapia intensiva y dice que lo más agradable de su trabajo es “compartir con los pacientes” y sus familiares. “Nosotros hablamos mucho con ellos; les tomo mucho cariño y afecto”, revela sobre su tarea cotidiana con personas que atraviesan momentos muy complejos.
Señala además que lo que la motiva a seguir adelante son sus intenciones de superación porque su trabajo es una forma de sentirse útil. Y, no menos importante, la mueve el deseo de sacar adelante a su hijo. A las mujeres trabajadoras, les desea “que sigan luchando por sus sueños”. “Porque al fin y al cabo se cumplen. Que piensen que pueden tener un futuro mejor, que no todo se termina en el intento, hay que seguir”, expresa.
Para Angélica Argañaráz, licenciada en Educación Primaria y Gestión Educativa, la educación es un pilar social muy importante al que dedicó tiempo y esfuerzo. “Soy docente, profesora, he transitado por distintos niveles. La educación es lo que me motiva, lo que me gusta hacer”, comenta.
Su gran satisfacción es ver que los alumnos logran alcanzar sus metas, ya que cada día intenta mejorar su rendimiento como docente. La mueve el “reconocimiento de parte de los estudiantes”, poder “trabajar junto con otros colegas” y saber que la institución para la que trabaja puede cumplir con los objetivos que se propone.
Si tuviera que desearle algo a otras trabajadores, sería “una actitud perseverante”. “Es difícil transitar por muchas situaciones, pero esa actitud firme de tener claro los objetivos lleva a alcanzarlos. Es normal que nos encontremos con muchos obstáculos, entonces, la perseverancia es uno de los valores que tendríamos que tener firmes para lograr los objetivos”, reflexiona.
Cintia Cipolletti es “profe” de educación física y entrenadora. Cada día recibe a alumnos con objetivos distintos en su gimnasio y esto le permite estar siempre al tanto de sus cambios. “Lo que me gusta de mi trabajo es poder compartir con las personas, ayudarlas desde mi lado a que puedan conseguir los objetivos, siempre saludables. Me gusta acompañarlas”, cuenta con gran convicción.
Explica que ama su trabajo y que la parte favorita de la tarea es “cuando las personas logran sus objetivos” y siempre lo agradecen. “Todo el esfuerzo es de ellos, pero al guiarlos, ellos lo agradecen”, sostienen. En este día tan especial, dice que su mejor deseo para otras mujeres es que “las valoren en su trabajo”.