Las intensas lluvias registradas en las últimas semanas han sorprendido por su magnitud en las principales zonas productivas de Argentina. Provincias como Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos han experimentado precipitaciones que en algunos casos cuadruplicaron los valores históricos, generando un cambio radical en la situación hídrica de los suelos.
Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el 95% de la región núcleo cerró febrero con lluvias por encima de la media. En Bigand (Santa Fe), por ejemplo, se acumularon 398 milímetros, la segunda marca más alta en los últimos 19 años. Otras localidades con registros excepcionales fueron Carlos Pellegrini (337 mm), Rosario (280 mm), Pergamino (284 mm) y Rojas (279 mm).
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En el centro de Buenos Aires, los datos son aún más impactantes. En 9 de Julio, las lluvias alcanzaron los 427 milímetros, casi cuatro veces el promedio histórico de 108 mm y estableciendo un nuevo récord, superando los 286 mm de 1973. En Saladillo, con 311 mm, se registró la mayor cantidad de lluvia desde 1958.
El inicio de marzo mantuvo esta tendencia. Durante los primeros cinco días, localidades como Rufino (76 mm), Junín (69 mm) y Baradero (63 mm) recibieron intensas precipitaciones. También hubo registros elevados en Córdoba, con 147 mm en Huinca Renancó y 179 mm en Villa de María del Río Seco.
En Entre Ríos, el panorama es similar pero con una distribución desigual. Mientras que en el sureste, localidades como Villa Elisa superaron los 460 mm en febrero, en el norte los valores oscilaron entre 40 y 120 mm.
Este evento climático cambió por completo el estado de los suelos. La sequía que afectaba a la región quedó atrás y, en muchas zonas, la humedad pasó de niveles regulares a excesivos. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), las tormentas continuaron con fuerza en los últimos días, consolidando un escenario inédito en varias localidades del país.
