Vuelven a sonar las cacerolas y el tan temido “Que se vayan todos”

Lo que arrancó como una protesta de los jubilados, terminó en un cacerolazo generalizado en toda la ciudad de Buenos Aires. Hubo caos dentro del Congreso con los legisladores y afuera con los hinchas de diversos clubes de fútbol que decidieron acompañar a los adultos mayores en su reclamo por mejoras en sus haberes.

Luego de contundentes imágenes que mostraban la brutal represión a los jubilados, por parte de las fuerzas de seguridad de Patricia Bullrich, los vecinos salieron a manifestar su repudio con un cacerolazo. En las calles y desde los balcones, miles de ciudadanos hicieron escuchar las cacerolas.

La manifestación se sintió con fuerza en barrios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) como Colegiales, Villa Crespo, Ramos Mejía, Caballito, Avellaneda, Palermo y Lugano, así como en ciudades del interior.

El cacerolazo fue convocado en redes sociales por distintos sectores políticos y sociales, entre ellos la exdiputada del Frente de Izquierda Myriam Bregman, luego de la difusión de imágenes de los incidentes entre manifestantes y fuerzas de seguridad.

Vale recordar que el avance de las fuerzas policiales dejó al menos 15 heridos, uno de ellos un fotógrafo se encuentra internado en estado de gravedad, con pérdida de masa encefálica. Además, hay 150 detenidos, según confirmó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

El temido cántico

Poco antes, en la desconcentración de la marcha, resonó fuerte el tan temido –para los políticos- “Que se vayan todos”. Más de uno, recordó con este cántico las movilizaciones de 2001 que desembocaron en la renuncia de Fernando De la Rúa.